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San Blas de los Sauces (Jueves, 05-02-2015, Gaudium Press) En el norte de la provincia de La Rioja, Argentina, se ubica la pequeña localidad de San Blas de los Sauces. Allí Mons. Marcelo Colombo, obispo de La Rioja, se hizo presente, para celebrar la misa central en honra al Santo patrono, San Blas.
Las festividades, organizadas por la parroquia San Blas, comenzaron a las 9:30 con el rezo del rosario mientras los peregrinos venidos de diversos lugares se reunían poco a poco en la plaza del pueblo, plaza que pronto se hizo pequeña ante la afluencia de personas. Algunas vestían trajes con los colores característicos de la vestimenta de su patrono.
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San Blas, por Bartolomeo Montagna Museo Castelvecchio, Verona, Italia |
Monseñor Colombo presidió la misa de las 10.30 acompañado por el párroco local, presbítero Jorge Torres, y sacerdotes de otros departamentos. En su homilía el obispo habló del fervor religioso de la comunidad local, y del papel de la devoción a San Blas.
«San Blas, ese protector de las gargantas, nos da la oportunidad de buscar con todo el corazón no sólo la voz material, sino también la gracia de poder comunicarnos, de poder dar de nosotros los sentimientos, los pensamientos y los razonamientos, lejos de cualquier forma de fuerza o imposición», dijo.
«La comunicación fluye cuando hay confianza -señaló el prelado- serenidad espiritual y deseo de escuchar al otro». El obispo imploró la gracia de tener buena comunicación entre los riojanos para que prime la concordia en las familias, la amistad social y el bien común para el crecimiento de las comunidades de la provincia.
«Crezcamos en esperanza, caminemos fervorosos en la fe, en Jesús el Señor, que es el que nos cura y nos salva», afirmó. «Busquemos en Él aquellos caminos para ser solidarios, fuertes y más hermanos», agregó.
Mons. Colombo también elogió el papel que realiza la Fazenda de la Esperanza, en la recuperación de los farmacodependientes. Tras concluir la misa, inició la procesión en la Plaza del pueblo, en la que las imágenes de San Blas, San Blasito y la Virgen del Valle eran aclamadas por los fieles.
Con información de Aica
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