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Cusco (Viernes, 06-02-2015, Gaudium Press) Una celebración especial vivió la Arquidiócesis de Cusco el pasado 3 de febrero con la conmemoración del 30 aniversario de la visita pastoral que realizó el Papa Juan Pablo II. Un acontecimiento histórico para la Iglesia que peregrina en la ciudad peruana, ya que hace 3 décadas el santo polaco reunió a miles de personas en la explanada del Saqsayhuaman, ocasión en la que bendijo y coronó a la Virgen del Carmen.
Para rememorar este hecho histórico, que dejó una huella imborrable entre los fieles de Cusco, el Templo de Santa Teresa acogió una solemne celebración Eucarística que ocurrió a las 7:00 de la tarde. Mientras tanto, en la Provincia de Paucartambo, la Santa Misa tuvo lugar en la mañana, evento religioso que siguió con la procesión de la venerada imagen de Nuestra Señora la «Mamacha del Carmen», coronada por el santo Papa.
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| San Juan Pablo II corona a la Virgen del Carmen en su viaje apostólico en Cusco / Foto: cusconoticias.pe. |
Ambos sucesos fueron ocasión «para rogar a Dios y a nuestra Madre, en la advocación de la Virgen del Carmen, por la salud y bienestar de todas nuestras familias», como expresó el Arzobispo del Cusco, Mons. Richard Daniel Alarcón Urrutia, al invitar a los fieles a la celebración.
Un Papa en las alturas andinas
«Con esta visita hasta las alturas andinas, el Papa desea manifestar el amor profundo que siente por vosotros, su vivo respeto ante vuestras condiciones culturales y sociales, el aliento que querría daros para que vuestra vida sea cada vez más digna de hombres y de cristianos», expresó en aquella ocasión San Juan Pablo II.
Luego continuó: «Al pasar por la histórica capital de los Incas, para llegar a esta impresionante fortaleza, he podido admirar fugazmente algunas de las grandezas de vuestra historia (…) En esta misma explanada vuestros antepasados rindieron culto al Sol, como fuente de vida. Hoy habéis venido aquí para escuchar las palabras del Papa, representante de quien es el verdadero ‘sol de justicia y amor, Cristo nuestro Salvador’, el cual no sólo da la vida en este mundo, sino la vida que perdura más allá de la muerte, la vida que nunca termina, la vida eterna».
Para posteriormente concluir expresando su gran cercanía con el pueblo cusqueño y peruano: «dejo a cada campesino del Perú un abrazo de padre y amigo; a cada hogar vuestro, una cordial bendición; una plegaria por vuestras esposas y seres queridos; una caricia, para que a llevéis vosotros a cada uno de vuestros hijos. La Madre Santísima del Carmen, cuya imagen de Paucartambo voy a coronar canónicamente, os acompañe y proteja».
Ecuador, Venezuela y Trinidad y Tobago
Cusco no fue el único lugar del viaje apostólico que realizó Juan Pablo II en aquella oportunidad. Además de Perú, a donde arribó el 1º de febrero de 1985, el santo pontífice también visitó Ecuador, Venezuela y Trinidad y Tobago, siendo ésta la gira pastoral número 25 del «Papa Peregrino», que inició el 26 de enero y culminó el 5 de febrero de aquel año.
Como ocurrió con sus innumerables viajes alrededor del mundo, Su Santidad llevó un mensaje de amor, solidaridad y paz a jóvenes, familias, enfermos, personas trabajadoras, políticos y comunidades indígenas.
«La tierra que tan amorosamente habéis besado esperaba, desde siglos atrás, el honor de la visita del Sumo Pontífice», expresó en aquella oportunidad el entonces presidente peruano, Fernando Belaunde, acogiendo el sentir de todos los que anhelaban este encuentro con el santo Padre.
Con información de arzobispadodelcusco.org, vatican.va y Aleteia.
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