Medellín (Lunes, 09-02-2015, Gaudium Press) La familia tiene un papel importante en el surgimiento de las vocaciones. Esto es lo que ha asegurado Mons. Alejandro Castaño, Obispo de Cartago y Presidente de la Comisión Episcopal de Vida Consagrada durante su intervención en la XCVIII Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano (CEC), evento que fue clausurado en Medellín el pasado 7 de febrero, y llevó por tema «La misión y vocación de la familia en la Iglesia que peregrina en Colombia».
Mons. Alejandro Castaño, Obispo de Cartago y Presidente de la Comisión Episcopal de Vida Consagrada / Foto: CEC. |
El prelado, quien pertenece a la Orden de los Agustinos Recoletos, en entrevista con el Departamento de Comunicaciones de la CEC, subrayó la importancia de fortalecer la familia, porque es allí donde nacen nuevas y sólidas vocaciones: «Queremos hacer familias renovadas, hombres y mujeres comprometidos con el amor conyugal que la Iglesia quiere fortalecer, asistir, ayudar, renovar con el nuevo Evangelio de la Familia, para que tengamos vocaciones sólidas tanto de hombres como de mujeres».
Un fortalecimiento que hoy debe realizarse con urgencia ya que en Colombia, y también en el mundo, cada vez son menos los hombres y mujeres que optan por el sacerdocio y por la Vida Consagrada. «Ha decrecido el número de religiosos y religiosas. Hay un envejecimiento progresivo, una dejación de obras que eran muy importantes para la sociedad; porque la Iglesia, a través de la Vida Religiosa, sirve a la sociedad», comentó.
Mons. Castaño también celebró que el Santo Padre Francisco haya dedicado este 2015 a la Vida Consagrada: «El Papa Francisco nos ha regalo de este Año de la Vida Consagrada para que volvamos al carisma fundacional, aquello que, en parte, motivó nuestro llamado, para que volvamos a mirar qué significa ser amigos de Dios como hombres y mujeres consagrados en el siglo XXI».
Un tiempo de gracia que es ocasión para que los religiosos y religiosas den testimonio de llamado dado por Dios y acogido para Él y su Iglesia: «Esos son los valores fundamentales; ser testimonio y ser también señal. Testimonio de que creemos en el amor de Cristo y señal al vivir como hombres y mujeres llamados por el Señor», agregó el prelado.
Vigilia de oración por la vocación y misión de la familia
Con el propósito de pedir a Dios para que las familias recuperen su vocación y misión, el pasado viernes 6 de febrero tuvo lugar en la Catedral Metropolitana de Medellín una Vigilia de oración por las familias colombianas. El evento, que contó con la presencia de los obispos del país y se enmarcó en las actividades de la Asamblea Plenaria, fue presidio por Mons. Ricardo Tobón, Arzobispo de Medellín.
Catedral Metropolitana de Medellín durante la Vigilia por la Familia / Foto: CEC. |
Durante su homilía el prelado recordó: «el matrimonio es la persona misma creada por Dios en la doble dimensión, en la doble riqueza de varón y mujer que cuando entra en la alianza matrimonial encuentra la forma de complementarse física, sicológica y espiritualmente, para alcanzar una realización en mayor plenitud, son la célula fundamental de la sociedad, esta es la base de la convivencia, de la construcción humana, de las relaciones profundas entre todos los seres humanos, cuando se unen la paternidad y la maternidad brota la primera y la más maravillosa expresión de la humanidad, aquí hay algo misterioso, bello, sublime, divino».
Con información de la CEC.
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