Una noche en el Monasterio para los jóvenes de Roma

Roma (Martes, 17-02-2015, Gaudium Press) Encontrarse en el corazón de Roma y poder disfrutar de un espacio de silencio, y sobre todo de tiempo dedicado completamente a Dios en torno a la oración, es el propósito del encuentro y momento de compartir que el próximo sábado 21 de febrero tendrán un grupo de jóvenes con la comunidad de monjas agustinas de los Cuatro Santos Coronados.

La jornada, promovida por el Servicio Diocesano para la Pastoral Juvenil además de varios grupos juveniles de la XVI prefectura de la diócesis de Roma, ocurrirá a partir de las 20:30 horas en la Iglesia dedicada a los Cuatro Santos Coronados, se dirige especialmente a los jóvenes mayores de 18 años. «Los jóvenes serán acogidos por la comunidad monástica que abrirá la oración nocturna con las Completas», comentó el Padre Antonio Magnotta, a cargo del Servicio Diocesano para la Pastoral Juvenil.

Tras las Completas, una joven monja ofrecerá una meditación. Posteriormente habrá un momento de adoración Eucarística, durante la cual también habrán sacerdotes disponibles para el Sacramento de la Reconciliación, y a la media noche se celebrará la Santa Misa.
Esta no es la primera vez que tienen lugar en el Monasterio romano encuentros dirigidos especialmente a los jóvenes. Desde noviembre pasado las monjas Agustinas vienen realizando jornadas sobre las mujeres del Antiguo y Nuevo Testamento, un recorrido bíblico dirigido especialmente para las jóvenes entre los 23 y 33 años que están en búsqueda de Dios. Los encuentros ocurren durante todo un fin de semana a partir del viernes. El más reciente se celebró del 13 al 15 de febrero.

Asimismo, durante el año, las agustinas abren las puertas del Monasterio para celebraciones de la Cuaresma, la Pascua de Resurrección, el Adviento, la Navidad, el fin de año, Pentecostés, así como durante las solemnidades de San Agustín y de los Cuatro Santos Coronados.

Siglos de historia

La Iglesia y Basílica de los Cuatro Santos Coronados tiene siglos de historia. Está situada en el distrito romano de Celio. Su nombre se debe a los cuatro escultores de mármol que fueron muertos bajo el gobierno de Diocleziano por oponerse a esculpir ídolos paganos. Se trata de Castorio, Sinfroniano, Claudio y Nicostrato, cuya festividad es el 8 de noviembre.

El lugar, que es todo un complejo monástico, lo constituye la Basílica, la cripta, el convento, y el antiguo palacio cardenalicio. Tras un incendio que ocurrió en el año 1084, se siguieron una serie de restauraciones que hoy son visibles. Incluso el complejo fue declarado sede pontificia durante el pontificado de Martin V.

Posteriormente, en el año 1564, todo el lugar fue confiado al cuidado de las Agustinianas, monjas de clausura, quienes lo transformaron, adaptando dormitorios, en un orfanato. Hoy sigue siendo el convento de las religiosas en Roma.

Con información de RomaSette.it y monacheagostinianesantiquattrocoronati.it.