En el Ángelus el Papa indicó que la Cuaresma es tiempo de lucha

Ciudad del Vaticano (Lunes, 23-02-2015, Gaudium Press) La Cuaresma es tiempo de lucha, expresó el Papa Francisco en el Ángelus dominical.

Tras la celebración del miércoles de ceniza, el Papa dijo en el primer domingo de cuaresma ante la multitud de peregrinos que lo acompañó en la Plaza de San Pedro que estos 40 días que nos conducen al triduo pascual son un «tiempo espiritual contra el espíritu del mal». El Pontífice también se valió del texto del Evangelio del día, de San Marcos, que sucintamente recuerda que Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu Santo, y allí fue tentado por el demonio.

Foto: Rome Reports

Jesús, «en aquellos cuarenta días de soledad, enfrentó a Satanás ‘cuerpo a cuerpo’, desenmascaró sus tentaciones y lo venció. Y en Él hemos vencido todos, pero nos toca a nosotros proteger en nuestro cotidiano esta victoria», expresó el Pontífice. Entonces, sabemos que al final de este camino cuaresmal de combate, encontraremos la victoria de Jesús, una victoria definitiva «contra el maligno, contra el pecado y contra la muerte. He aquí entonces el significado de este primer domingo de Cuaresma: volver decididamente al camino de Jesús, el camino que conduce a la vida. Mirar a Jesús, qué ha hecho Jesús e ir con Él».

El Papa usó la figura del desierto para recordarnos que debemos parar cada tanto de nuestras actividades cotidianas para ir al encuentro de la voz de Dios. Es verdad también, que en esos espacios puede hablar satanás.

El «camino de Jesús pasa a través del desierto. El desierto es el lugar en el cual se puede escuchar la palabra de Dios y la voz del tentador. En el rumor, en la confusión, esto no se puede hacer; se escuchan sólo las voces superficiales. En cambio, en el desierto, podemos bajar en profundidad, donde se juega verdaderamente nuestro destino, la vida o la muerte. ¿Y cómo escuchamos la voz de Dios? La escuchamos en su Palabra. Por esto es importante conocer las Escrituras, porque de otra manera no sabemos responder a las insidias del Maligno». El Pontífice insistió en la necesidad de una lectura cotidiana de la Biblia.

Finalmente el Papa explicó que debemos tener una conciencia clara de la necesidad de la acción del Espíritu Santo en nuestras vidas. Así como el Espíritu Santo acompañó a Jesús en el desierto, la «Cuaresma (…) es un tiempo propicio que debe conducirnos a tomar siempre más conciencia de cuánto el Espíritu Santo, recibido en el Bautismo, ha obrado y puede obrar en nosotros. Y al final del itinerario cuaresmal, en la Vigilia Pascual, podremos renovar con mayor conciencia la alianza bautismal y los compromisos que de ella derivan».

Con información de Radio Vaticano