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La Plata (Lunes, 23-02-2015, Gaudium Press) El próximo 25 de febrero se celebrará la memoria de la Beata María Ludovica de Ángelis, quien murió en La Plata en 1962 y fue beatificada por San Juan Pablo II en el 2005. La memoria será marcada por una misa celebrada en la catedral platense oficiada por Mons. Nicolás Baisi, obispo auxiliar de La Plata. Los fieles de la ciudad, particularmente los sacerdotes, están siendo invitadas a esa eucaristía.
«La beata Ludovica nos llama a vivir ardientemente la caridad y a mostrar con nuestras obras una fe auténtica y audaz para hacer el bien», dijo monseñor Baisi, quien agregó que es ella «un claro modelo para la vida religiosa», que puede hacer un notable aporte a las consagradas que trabajan en centros asistenciales.
«Ella enseña que la consagración en la Iglesia, cuando se vive a fondo, arraigada y edificada en Cristo, produce inevitablemente frutos de santidad», anotó el obispo.
Beata Ludovica
Nacida el 24 de octubre de 1880, en San Gregorio -pueblito de los Abruzzos-, Italia, ingresó con las Hijas de la Misericordia, fundadas por Santa María Josefa Rossello, el 14 de noviembre de 1904. Tres años después llegó a la Argentina, donde fue destinada al Hospital de Niños de La Plata, que hoy lleva su nombre.
«Hacer el bien a todos, no importa a quién», fue su lema distintivo. Infatigable y apasionada por Cristo, a quien reconocía con ardiente caridad en los niños enfermos, logró obtener salas de cirugía, salas para los pequeños yacentes, nuevas maquinarias y hasta un edificio en Mar del Plata para la convalecencia de los niños; además, logró abrir una capilla (hoy parroquia Sagrado Corazón de Jesús, de City Bell), y obtener de las quintas de la zona alimento de calidad para los niños.
Durante 54 años fue amiga y confidente; consejera y madre, guía y consuelo de cientos de personas, de toda condición social, en City Bell. Murió en La Plata en 1962 a los 82 años. Su proceso de beatificación comenzó en 1996. Fue declarada Venerable en 2001, y beatificada en Roma, en 2005, por el papa san Juan Pablo II. Sus restos descansan en la catedral de La Plata.
Con información de Aica
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