Redacción (Marzo, 02-03-2015, Gaudium Press) «Dios creó al mundo con mucha elegancia e inteligencia», así Albert Einstein reveló que Dios creó al mundo. La frase es el eje central de una carta que el físico alemán escribió a su colega italiano Giovanni Giorgio el 12 de julio de 1925, y que el pasado 15 de febrero salió a la luz tras ser subastada en los Estados Unidos y comprada por un anónimo por valor de 75 mil dólares.
El testimonio epistolar del físico es un pequeño mensaje escrito al reverso de una postal y firmado «Suo Einstein», que traduce del italiano «Su Einstein», al reconocido científico que en Italia era toda una autoridad en el electromagnetismo. Allí, además de referirse a Dios, Eistein concluye a su colega: «No tengo dudas sobre la validez de la teoría de la relatividad».
Esta carta, que pertenecía a un coleccionista francés quien obtuvo el manuscrito tras una recolección de artículo de científicos italianos, viene a contraponer otra carta en la que el físico alemán niega la existencia de Dios y que dirigió en enero de 1954 al filósofo Eric Gutkin un año antes de su muerte, la cual también fue subastada algunos años atrás.
Pese a que Einstein era un agnóstico declarado, afirmaba creer en un Dios «que se revela en la armonía de todo lo que existe». En una ocasión dijo: «Mi religión consiste en una humilde admiración del ilimitado espíritu superior que se revela en los más pequeños detalles que podemos percibir con nuestra frágil y débil mente»
«La más bella y profunda emoción que nos es dado sentir es la sensación de lo místico. Ella es la que genera toda verdadera ciencia. El hombre que desconoce esa emoción, que es incapaz de maravillarse y sentir el encanto y el asombro, está prácticamente muerto. Saber que aquello que para nosotros es impenetrable realmente existe, que se manifiesta como la más alta sabiduría y la más radiante belleza, sobre la cual nuestras embotadas facultades sólo pueden comprender en sus formas más primitivas. Ese conocimiento, esa sensación, es la verdadera religión», continuaba el físico alemán.
Es a Einstein a quien se le atribuye la frase «Dios no juega a los dados con el hombre».
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Con información de Forum Libertas.
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