Ciudad del Vaticano (Viernes, 06-03-2015, Gaudium Press) Esta mañana, en el tradicional encuentro que el Papa sostuvo con los miembros del Camino Neocatecumenal, el Pontífice bendijo sus actividades y carisma: «La tarea del Papa es la tarea de Pedro: es la de confirmar a los hermanos en la fe. Así, también ustedes han querido con este gesto pedirle al Sucesor de Pedro confirmar su llamada, sostener su misión, bendecir su carisma. Y yo hoy confirmo su llamada, sostengo su misión y bendigo su carisma. ¡Y lo quiero hacer!» «Irán en nombre de Cristo a todo el mundo a llevar su Evangelio: ¡Que Cristo los preceda, Cristo los acompañe, Cristo haga cumplir aquella salvación de la cual son portadores!»
El Pontífice bendijo particularmente a las familias de esa comunidad que parten en misión a los 4 rincones del orbe, «en obediencia a lo que Cristo nos ha pedido». «Estoy muy contento de que esta misión suya se desarrolle gracias a familias cristianas que, reunidas en comunidad, tienen la misión de dar los signos de la fe que atraen a los hombres hacia la belleza del Evangelio, según las palabras de Cristo: «Ámense como yo les he amado; en esto todos reconocerán que ustedes son mis discípulos», (cfr. Jn 13,34), y «Que todos sean uno… para que el mundo crea» (cfr. Jn 17,21)».
El Pontífice habló igualmente de la primacía del testimonio de vida sobre la mera palabra.
«Aún antes que con la palabra, es con su testimonio de vida que manifiestan el corazón de la revelación de Cristo: que Dios ama al hombre hasta entregarse a la muerte por él y que ha sido resucitado por el Padre para darnos la gracia de dar nuestra vida a los demás. De este gran mensaje el mundo de hoy tiene una extrema necesidad. ¡Cuánta soledad, cuánto sufrimiento, cuánto alejamiento de Dios en tantas periferias de Europa y de América y en tantas ciudades de Asia! ¡Cuánta necesidad tiene el hombre de hoy, en toda latitud, de sentir que Dios lo ama y que el amor es posible!»
El Papa habló de la necesidad de pasar de una pastoral de simple conservación a una pastoral decididamente misionera. «Es lo más importante que debemos hacer si no queremos que las aguas se estanquen en la Iglesia. Cuántas veces, en la Iglesia, tenemos a Jesús dentro y no lo dejamos salir… ¡Cuántas veces! Esta es la cosa más importante por hacer si no queremos que las aguas se estanquen en la Iglesia».
Con información de Radio Vaticano
Deje su Comentario