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Ciudad del Vaticano (Martes, 11-03-2015, Gaudium Press) En la Catequesis de la Audiencia General de hoy el Papa Francisco retomó el tema de los ancianos, señalando los múltiples beneficios que una adecuada consideración de los valores de la ancianidad trae a la sociedad.
«Cómo quisiera una Iglesia que desafía la cultura del descarte con un nuevo abrazo desbordante de alegría entre jóvenes y ancianos ¡Es lo que pido hoy al Señor: este abrazo!», afirmó el Pontífice, renovando de esa manera el apelo por un entendimiento cristiano entre todas las generaciones.
«Deseo que las comunidades cristianas brinden al mundo un testimonio de respeto y veneración hacia los ancianos, conscientes de que ellos pueden transmitir de forma privilegiada el sentido de la fe y de la vida».
«Invito a todos sobre todo, en este tiempo favorable de la Cuaresma, a empeñarse en la construcción de una sociedad a medida del hombre, en la que haya espacio para la acogida de cada uno, sobre todo cuando es anciano, enfermo, pobre y frágil», expresó dijo el Papa.
Sobre el beneficio que la comunidad puede recibir de los ancianos, el Papa Francisco señaló que «nosotros, los ancianos, podemos recordar a la gente joven y ambiciosa que una vida sin amor es árida. Nosotros podemos decir a las personas jóvenes que tienen temor que la ansiedad sobre el futuro puede ser apartada. Nosotros podemos enseñar a las personas jóvenes demasiado enamoradas de sí mismas que hay mayor alegría en dar que en recibir».
«Las palabras de los abuelos tiene algo especial para las personas jóvenes. Y ellos lo saben. Las palabras que mi abuela me escribió el día de mi ordenación, Yo aún las porto en el breviario».
Con información de Radio Vaticano y Rome Reports.
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