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Ciudad del Vaticano (Jueves, 12-03-2015, Gaudium Press) «Los sacramentos, como sabemos, son la manera con la que Dios se aproxima y demuestra su ternura a los hombres», dijo hoy el Pontífice, al dirigirse a los participantes en el curso anual del Fuero Interno organizado por la Penitenciaría Apostólica.
«Sin duda, -ha continuado- entre todos los sacramentos, el de la reconciliación, es el que mejor hace visible el rostro misericordioso de Dios. No olvidemos nunca, tanto como penitentes, cuanto como confesores, de que no hay pecado que Dios no puede perdonar ¡Ninguno! Sólo lo que es sustraído a la divina misericordia no puede ser perdonado, como los que se esconden del sol no pueden ni iluminarse ni calentarse».
Es claro también, que la confesión «incluye el justo compromiso de reparar, en la medida de lo posible, el mal cometido».
El Pontífice invitó a los confesores a «tener siempre la mirada interior dirigida al Cielo, a lo sobrenatural».
Los confesores deben recordar que son «ministros de la misericordia gracias a la misericordia de Dios, y no debemos perder nunca esta mriada sobrenatural que nos hace realmente humildes, acogedores y misericordiosos hacia cualquier hermano y hermana que pida confesarse… Todo fiel penitente que se acerca al confesionario es ‘tierra sagrada’ para culturvar con didicación, cuidado y atención pastoral».
Con información de Radio Vaticano
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