Ciudad del Vaticano (Viernes, 27-03-2015, Gaudium Press) Ayer el Papa tuvo un gesto de caridad, una «pequeña caricia» -como él mismo la definió- con 150 personas sin hogar, que visitaron los Museos Vaticanos y la Capilla Sistina, y que también cenaron en el lugar de comidas de los Museos.
Coronación de la Virgen, por Filippo Lippi Pinacoteca de los Museos Vaticanos |
«Bienvenidos» les dijo el Pontífice, cuando sorpresivamente y sin protocolo oficial se encontró con ellos en la Capilla Sistina. «Esta es la casa de todos, vuestra casa, donde las puertas están siempre abiertas para todos», les dijo el Papa. Una palabra especial tuvo Francisco para el Limosnero de Su Santidad, Mons. Konrad Krajewski, quien «tanto los ama». Los pobres respondieron que conocen y sienten el afecto de Mons. Krajewski.
Después de pedir las oraciones de los presentes, el Papa les dio su bendición: «El Señor os guarde, os ayude en el camino de la vida, os haga sentir su amor y la ternura del Padre». El Papa cumplimentó a cada una de las personas sin hogar, manifestando con este gesto concreto su proximidad. Varias de las personas expresaron su alegría hasta las lágrimas, la alegría de una tarde trascurrida entre el Museo de las Carrozas, el Patio de la Pigna, la Galería de los Arazzi y los mapas geográficos, coronada por el encuentro con el Pontífice.
Con información de Radio Vaticano
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