Bogotá (Martes, 31-03-2015, Gaudium Press) El Cardenal Arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia, Mons. Rubén Salazar Gómez, ha hecho público un mensaje con ocasión del próximo triduo pascual, que inicia el «jueves santo en la tarde, cuando con la celebración de la Última Cena del Señor y el lavatorio de los pies nos adentramos en ese misterio de la muerte y la resurrección del Señor.
[Sigue el] Viernes Santo en el cual, más que en ningún otro momento del año somos invitados a entrar profundamente en la muerte del Señor, en lo que significó toda su pasión y su entrega por nosotros. Sábado Santo, un día de silencio, casi podríamos decir un día de muerte, en cuanto que con Cristo bajamos profundamente a su tumba, bajamos con Él a lo que en el credo decimos ‘a los infiernos’, es decir, a la realidad de la muerte y luego el Domingo de Pascua, que empieza con la vigilia pascual, el sábado en la noche, la resurrección del Señor».
Estas celebraciones religiosas «es un vivir intensamente y casi como que de una manera analítica, paso por paso, lo que celebramos permanentemente en nuestra vida por medio de los sacramentos, especialmente cada domingo en la eucaristía».
Es preciso compenetrarnos en realizar una Semana Santa bien vivida, pues es de allí de donde «sacamos nosotros luz y fuerza para poder vivir a lo largo del año esa realidad de la muerte y la resurrección del Señor, en nuestra existencia diaria».
El purpurado declaró igualmente que hoy por hoy no es fácil vivir como se debe la Semana Santa. «Antes, la celebración de la Semana Santa significaba que se creaba un clima general de silencio, de respeto. Hoy no». En nuestra época la Semana Santa es tiempo para buscar diversiones, vacaciones. «Vivir en ese mundo la Semana Santa y especialmente el triduo pascual para nosotros no es fácil. Pero para eso somos cristianos, para ser discípulos de Cristo. Para ser capaces en medio del mundo en que vivimos, de vivir intensamente nuestra fe. Hagámoslo, seamos capaces de unirnos profundamente a Cristo muerto y resucitado por nosotros», concluyó.
Con información de la Oficina de Comunicaciones de la Arquidiócesis de Bogotá
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