Concepción (Lunes, 06-04-2014, Gaudium Press) Un mensaje profundo y cargado de esperanza entregó el Arzobispo de la Santísima Concepción, monseñor Fernando Chomali, a los cientos de fieles que desde temprano repletaron la Catedral y que participaron de la Vigilia de Pascua de Resurrección este sábado 4 de abril. Con mucha devoción los asistentes acompañaron cada uno de los momentos de la solemne eucaristía, entonando con gozo los salmos de la liturgia.
Monseñor Chomali enciende el cirio pascual |
En su homilía, el prelado se cuestionó, a la luz de los conflictos internacionales y de las ultimas situaciones de dolor ocurridas en el país y en el mundo entero, si Jesús está aún en el sepulcro. «Uno se pregunta: ¿Está Dios en el sepulcro o resucitó? Y también, respecto de mi propia vida, no hay que ir muy lejos. Uno se pregunta si uno también sigue crucificando a Jesús, cuando está encerrado en uno mismo, cuando no se preocupa de los demás; cuando hace prácticas religiosas, pero es indiferente frente al prójimo», reflexionó.
En este mismo sentido, monseñor Chomali fue enfático en sostener que «los chilenos son más sentimentales que solidarios, porque cuando vemos que alguien sufre le damos algo, pero no somos capaces de postergar un fin de semana o dejar pasarlo bien. Vamos también matando al Señor y pareciera que el misterio más oscuro del ser humano aparece en estas circunstancias; cuando vamos al sepulcro y preguntamos ¿qué pasó con Jesús?».
Ser signos de esperanza
Sin embargo -continuó el obispo- el dolor y la muerte no son la última palabra, nuestro futuro está en Dios, Él es nuestra esperanza y en el Él debemos buscar nuestras respuestas. «Toda otra esperanza es un rayo de luz que nos encandila, pero que no nos ilumina. La esperanza está en esta luz, la luz de Cristo, que resucitó y se mantiene en medio de nosotros y que nos pide que seamos como Él», dijo.
Y agregó: «Por lo tanto, entramos en la paradoja más impresionante. Todo lo que brilla termina siendo nada y todo lo que huele a oscuridad, que es la muerte de Jesús, termina siendo la esperanza. Es ahí lo que nos orienta, que nos da un sentido y convierte nuestros corazones».
Casi al término de su alocución, monseñor Chomali manifestó a los fieles presentes su convencimiento que la credibilidad de la Iglesia no va a venir por estructuras muy potentes, ni por marketing, sino que «la credibilidad va a venir cuando nosotros seamos signos de esperanza; cuando seamos capaces de iluminar la oscuridad de los otros, con la luz de Jesucristo; cuando hagamos brillar el misterio de esperanza en nuestros propios corazones, para ser capaces de conocer la luz que brota de la cruz como lo hizo el buen ladrón; cuando seamos capaces de perdonar a la mujer adúltera, cuando seamos capaces de mirar con simpatía al no creyente y sobre todo al pecador, que es por quien Cristo ha dado la vida. Es decir, por cada uno de nosotros».
Finalmente el pastor comentó que le pidió a Dios que en esta Pascua llene los corazones de los cristianos con alegría, para que resplandezca su bondad a través del ejemplo de vida y entrega a los demás. «Dios quiera que cada uno de nosotros seamos hombres y mujeres realmente pascuales, y capaces de ver la luz de Cristo en medio de la oscuridad», concluyó.
Con información del Arzobispado de Concepción
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