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Toronto (Martes, 07-04-2015, Gaudium Press) La Dra. Agnes Tanguay, médico católica que se encuentra en medio de un proceso legal que busca el respeto de la libertad religiosa para los profesionales canadienses explicó los motivos que le llevaron a trasladar a las cortes su reclamo. «Mi conciencia está en la base de todas las decisiones médicas que tomo, todos los días», explicó a The Catholic Register. «La sola idea de que me pidan apartarla me enferma».
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| La libertad religiosa de los médicos está en riesgo por las recientes políticas que los presionan a referir a los pacientes a procedimientos inmorales. Foto: OnlySisterAde. |
La profesional recibió un llamado de atención del Gremio de Médicos y Cirujanos de Ontario por aclarar mediante un aviso en su consultorio que ella no presta ni remite a servicios considerados inmorales por la fe católica. La acusación que dio origen a la advertencia fue hecha de manera anónima y no provino de ningún altercado en la prestación de servicios de salud. «No hubo ninguna queja de pacientes o algo así», comentó la Dra. Tanguay.
El anuncio de la médico, puesto sobre el despacho de su recepción durante sus horarios laborales, fue fotografiado y expuesto en redes sociales y afirma que el doctor en servicio no refiere para abortos ni prescribe anticonceptivos, razón por la cual sugiere a los pacientes que busquen esos procedimientos volver en otro horario o buscar otro médico. La publicación motivó una investigación de tres meses de duración que estableció que esta aclaración «no está de acuerdo con las expectativas del Gremio», razón por la cual se presionó a la doctora a «ser más proactiva en dar a los pacientes información detallada acerca de dónde y cómo acceder a los servicios».
La necesidad de proteger la libertad religiosa
La imposibilidad de resolver este y otros casos similares al interior del Gremio originó la demanda que es apoyada por varias asociaciones de médicos creyentes, que han tenido que llevar actividades de recolección de fondos para financiar los costos legales para proteger el derecho a la libertad religiosa.
Para la Dra. Tanguay, el problema es inexistente, ya que los pacientes tienen suficientes facilidades para acceder ellos mismos a los servicios que ella no presta por motivos morales sin que haga falta remisión alguna de su parte. «Yo respeto totalmente el hecho de que usted pueda tener lo que haya decidido», explicó. «Pero quisiera que se respetara el hecho de que yo no quiera que mi nombre esté al final de una prescripción que me incomoda como doctora. Como médico, no quiero hacerme responsable de esto y es algo en lo que no deseo participar».
La nueva política de derechos del Gremio de Médicos y Cirujanos de Ontario faculta a la asociación para imponer sanciones que superan la advertencia ya emitida en contra de la Dra. Tanguay, lo que sustenta su intención de obtener protección legal para sus derechos. Las nuevas normativas son para la profesional «discriminación totalmente basada en la religión y la conciencia de los doctores, lo cual es ilegal en Canadá».
Los problemas de los profesionales de la medicina en Canadá podrían incrementarse aún más si estas políticas incorporan la eutanasia. «Yo no puedo creer que sea una buena cosa que se le aplique la eutanasia a un paciente, entonces no puedo remitir y convertirme en una cómplice de asesinato», concluyó la médico.
Con información de The Catholic Register.
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