Lima (Lunes, 13-04-2015, Gaudium Press) «En la vida de cada uno todo arranca del amor de Dios. Vale la pena levantar la mirada para agradecerle esa Divina Misericordia que no es otra cosa que el Amor de Dios. Cuánto nos ama, cuánto nos busca, cuánta ilusión tiene de entrar en nuestros hogares y en nuestras almas», expresó el Arzobispo de Lima, Cardenal Juan Luis Cipriani, a los fieles que el pasado domingo 12, Segundo Domingo de Pascua, se dieron cita en el Santuario del Señor de la Divina Misericordia en el distrito de Surco para celebrar la festividad de la Divina Misericordia.
Durante la homilía de la celebración Eucarística, el purpurado recordó a los peregrinos que seguir los mandamientos es el mejor camino para demostrar el amor hacia Dios: «El que cree que Jesús es el Cristo, el que lo ama, aquel que da el ser, lo demuestra cumpliendo sus mandamientos. En eso consiste el amor, en guardar sus mandamientos. Sus mandamientos no son pesados, aquí está el núcleo de lo que el mundo tiene que cambiar totalmente».
El Cardenal Cipriani dijo que para que esto ocurra es necesario «dejar atrás esa visión negativa y crítica de que la Iglesia es difícil y que es muy difícil ser católicos. Alejemos esa nube que hay en el mundo y que pretende desanimarnos e insultarnos».
El Santuario fue consagrado por el Cardenal Cipriani en el 2000 / Foto: Arzobispado de Lima. |
En este sentido, expresó su alergría por el Año de la Misericordia convocado por el Papa Francisco, el cual tendrá inicio el 8 de diciembre del presente año, fecha de la solemnidad de la Inmaculada Concepción, y anunció que el santuario peruano estará a cargo de guiar el tiempo jubilar para la Iglesia particular de Lima: «Hay algo muy bonito que el Papa Francisco, el día de ayer, ha dado con esa bula. Vamos a empezar el Jubileo del Año Santo de la Misericordia. Yo le encargo especialmente a este Santuario que sea el promotor de toda esa enorme cruzada que tiene que emprender Lima. Desde aquí, para eso están organizados, para que ese Jubileo, sea tiempo especial de perdón y de la alegría».
También invitó a los fieles de la Arquidiócesis a hacer propia la exhortación del Santo Padre para que la Iglesia sea más misericordiosa, acogiendo siempre sus santos sacramentos: «Sigamos al Papa en ese nuevo rostro que quiere dar a la Iglesia. Una Iglesia acogedora y alegre, que siembra el perdón. Todo esto hermanos esta en los sacramentos, no hay que inventar la Iglesia. La Iglesia tiene 7 sacramentos y 10 mandamientos. De pequeños nos enseñaban los 10 mandamientos de la Ley de Dios y los 7 sacramentos de la Iglesia, con eso, caminamos siglos».
La parroquia y Santuario del Señor de la Divina Misericordia de la Pronvicia de Lima fue consagrado en el año 2000 por el Cardenal Cipriani. «Sólo quiero decirles que al contemplar este templo, que es casa de Dios, piensen cada uno en el templo de su propio hogar, de su propia familia, que es la Iglesia doméstica. Piensen si en sus casas preside esa imagen del Señor de la Divina Misericordia, ese crucifijo, esa imagen de María, tradiciones totalmente actuales y que son señales de que nuestra casa es una iglesia doméstica, que la familia, que se constituye alrededor de este templo, está hecha de todas las familias de ustedes. Por eso, la parroquia será esa gran familia que todos queremos», expresó en aquella ocasión el Arzobispo de Lima.
Cada Segundo Domingo de Pascua o Domingo de la Divina Misericordia se realiza en el lugar, además de la celebración Eucarística, una procesión con la imagen de Jesús misericordioso.
En el Santuario también es posible venerar una reliquia de Santa Faustina Kowalska, conocida como «Apóstol de la Misericordia».
Con información del Arzobispado de Lima.
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