Colombo (Martes, 04-08-2009, Gaudium Press/RV) El episcopado católico de Sri Lanka estima en 250 mil el número de peregrinos que deberán visitar el santuario mariano Nuestra Señora de Madhu, localizado a 220 kilómetros al norte de la ciudad de Colombo, hasta el día 15 de agosto, fiesta de la Asunción de la Virgen. La peregrinación al templo es una tradición de más de 400 años de los católicos del lugar.
Este año los fieles deberán pedir por la reconciliación del país, recién salido de un intenso conflicto étnico que duró 26 años y dejó más de 70 mil muertos. En el conflicto, rebeldes separatistas de los Tigres Tamiles enfrentaban fuerzas gubernamentales por la independencia del norte y este del país. En mayo de este año, el gobierno cingalés declaró el fin de la guerra, después de la muerte del líder del grupo, Velupillai Prabhakaran.
Para llegar al santuario, los fieles deberán pasar por una zona donde aún se encuentran millares de refugiados del conflicto. La región, antes bajo el control de los Tigres Tamiles, ahora cuenta con la garantía del gobierno cingalés de protección y libre acceso de personas.
Los organizadores de la peregrinación creen que ésta será una oportunidad para llevar consuelo a los que -aunque la guerra haya finalizado- todavía se encuentran en situación difícil y precaria, como los refugiados, y también una buena parte de la población, que vive bajo de la línea de pobreza. Ellos afirman que los peregrinos pedirán la intercesión de María «en la recomposición del tejido social y moral del país, dilacerado por el odio, la violencia y el luto».
La situación de los refugiados es aún crítica. El sacerdote jesuita Lasantha De Abrew, que trabaja en el «Center for Social Concern», explica que el agua potable continúa faltando, los baños son pocos y las enfermedades se están propagando. «Los centros de acogida son construidos con criterios casuales. Las personas no tienen relación con el exterior: pueden encontrarse con a los parientes solamente por pocos minutos. Pero el mayor sufrimiento es no saber si volverán a sus casas. Infelizmente, ellos perdieron la esperanza«, afirmó.
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