Catamarca (Miércoles, 15-04-2015, Gaudium Press) En la diócesis de Catamarca, Argentina, los trabajadores de la salud rindieron homenaje a Nuestra Madre del Valle, la Virgen Morena, en el marco del septenario en su honor.
Estuvieron presentes en esta celebración eucarística autoridades del Ministerio de Salud provincial, encabezadas por la ministra, doctora Noemí Villagra, personal de los hospitales, sanatorios, clínicas, institutos de salud, Círculo Médico, Colegios de Auxiliares de la Medicina, de Médicos, Farmacéuticos, Odontólogos, Kinesiólogos, Anestesistas, Psicólogos, Bioquímicos, etc., SAME, PAMI, OSEP, Pastoral de la Salud, Pastoral de Adicciones y Servicio Sacerdotal de Urgencia.
El obispo de la diócesis, Mons. Luis Urbanc, presidió la celebración, agradeció la presencia de los fieles en honra a la Madre del Valle e invitó a los presentes a arrepentirse de «la desidia, la indiferencia, la cobardía o la comodidad, y renovados con la fuerza de su amor pascual nos decidamos a ser auténticos testigos de su presencia viva en el mundo».
Antes de la bendición final, Mons. Urbanc invitó al presbiterio a representantes del grupo Cenáculo, conformado por jóvenes adictos recuperados que se encuentran en la diócesis dando su testimonio de esperanza a jóvenes en situación de riesgo y a quienes ya padecen de adicción.
El prelado pidió oraciones por la misión de esa institución y convocó a los presentes a rezar para que la entidad pueda tener sede en Catamarca, donde lamentablemente tantos niños y adolescentes sufren el calvario de la adicción a las drogas.
«El papa Francisco quiere que ellos puedan tener una casa aquí y el Obispado ya donó el terreno, sólo falta que recen mucho a la Virgen», expresó monseñor Urbanc, y agregó que «estos chicos han resucitado, estaban peor que los muertos y Jesús los resucitó, ahora ellos tienen la tarea de llevar a Jesús para dar vida en abundancia como discípulos misioneros», expresó el obispo.
Al finalizar la misa, Mons. Urbanc bendijo las ambulancias y a los trabajadores que las conducen para socorrer a los enfermos, para que siempre estén protegidos por la Madre del Valle en su noble tarea.
Con información de Aica
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