Ciudad del Vaticano (Viernes, 17-04-2015, Gaudium Press) A través de un comunicado oficial del pasado 16 de abril, la Santa Sede confirmó la conclusión de la evaluación doctrinal llevada a cabo por la Congregación para la Doctrina de la Fe a la Conferencia de Liderazgo de Religiosas (LCWR) de EEUU. EL Arzobispo Estadounidense Mons. Peter Sartain, quien fue Visitador Apostólico de las religiosas con este fin hasta 2014 y miembros de la agrupación presentaron un informe conjunto de las labores que fue aprobado por la Congregación, dando término al proceso.
| Un grupo de miembros de la LCWR se encuentra con el Pap Francisco antes de la rueda de prensa sobre la conclusión del proceso. Foto: LCWR. |
El Cardenal Gerhard Müller, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, agradeció la participación voluntaria de los presentes en el proceso y expresó su confianza de que la LCWR «ha hecho clara su misión de apoyar a sus institutos miembros fomentando una visión de la vida religiosa que está centrada en la Persona de Jesucristo y arraigada en la Tradición de la Iglesia», según reportó Catholic Culture.
Un trabajo marcado por el amor a la Iglesia
El reporte final da cuenta de la revisión de los estatutos de la organización, la designación de un comité de teólogos que contribuirá a promover el «rigor académico que garantiza la precisión teológica» en publicaciones y programas de formación y un proceso revisado para la selección de los galardonados con el premio Outstanding Leadership Award.
«Nuestro trabajo conjunto en respuesta del Mandato ha dado mucho fruto, por lo cual damos gracias a Dios y a la amable guía del Espíritu Santo», expuso el reporte final. «El hecho mismo un diálogo tan sustancioso entre los Obispos y las religiosas ha sido una bendición que debe ser más apreciada y fomentada».
Las religiosas destacaron «el clima de oración y mutuo respeto» y el haber alcanzado «una comprensión más profunda de las experiencias, roles, responsabilidades y esperanzas recíprocas en la Iglesia y en las personas a las que sirve». Mons. Sartain agregó por su parte que «nuestro trabajo conjunto fue emprendido en un clima de amor a la Iglesia y de profundo respeto por el papel fundamental de la vida religiosa en los Estados Unidos», calificando el mismo como «mutuamente beneficioso y una bendición del Señor».
Con información de Catholic Culture y Sala de Prensa de la Santa Sede.





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