Madrid (Miércoles, 22-04-2015, Gaudium Press) Mons. Oliver Dashe Doeme, Obispo de Maiduguri, Nigeria, compartió la experiencia de los católicos que han sufrido numerosos ataques terroristas en su región en un encuentro en Madrid organizado por las plataformas HazteOír.org y CitizenGo. En su alocución, el prelado indicó que la oración del Santo Rosario es el camino a través del cual se pondrá fin a la situación de inseguridad de los creyentes, razón por la cual lo promueve activamente.
Mons. Dashe Doeme, Obispo de Maiduguri, Nigeria, durante la Eucaristía del encuentro en Madrid. Foto: HazteOir.org. |
Esta propuesta de solución ofrece un camino sobrenatural para superar las dificultades que aún no han podido superarse materialmente. El ejército de Nigeria ha probado tener una capacidad de acción insuficiente para controlar los ataques del grupo terrorista Boko Haram y numerosos ataques contra templos y comunidades cristianas han dejado un enorme número de víctimas y causado un el desplazamiento de miles de refugiados. El crecimiento de la influencia de los extremistas se plantea ya como un desafío regional.
Según Mons. Dashe Doeme, el propósito de promover el Santo Rosario le fue inspirado de manera sobrenatural. «Hacia el final del año pasado, yo estaba en mi capilla delante del Santísimo Sacramento, orando el Rosario y, de repente, apareció el Señor», manifestó el prelado, según informó la agencia CNA. El Obispo habría visto a Jesucristo, quien en principio permaneció en silencio pero le acercó una espada, la cual fue aceptada por el prelado. «Tan pronto recibí la espada, ésta se convirtió en un rosario», declaró. En la visión, Jesús le dijo entonces en tres oportunidades: «Boko Haram se ha ido».
«No necesité que ningún profeta me diera una explicación. Estaba claro que con el Rosario seríamos capaces de expulsar a Boko Haram», explicó. Esta propuesta ofrece una esperanza a su Diócesis, cuyo número de fieles se ha visto reducido a menos de la mitad a causa de la situación de inseguridad. Tras los ataques, miles de familia se han trasladado a regiones más seguras.
Sin embargo, esta situación no acaba con la esperanza del Mons. Dashe Doeme. «Estos terroristas creen que quemando nuestras iglesias, incinerando nuestras estructuras, van a destruir el Cristianismo. Nunca», declaró. En su lugar, reafirmó su convencimiento de que la devoción mariana permitirá recuperar y crecer por encima de los daños causados. «Yo nunca bromeo con ‘Mamá María’. Yo sé que ella está aquí con nosotros».
Con información de National Catholic Register.
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