Redacción (Jueves, 23-04-2015, Gaudium Press) La experiencia del Camino de Santiago de Compostela es sin duda inolvidable, pero lo ha sido más para un grupo de 10 enfermos de Esclerosis Múltiple que durante el verano pasado se aventuraron a realizar, con ayuda de 11 voluntarios, los últimos 100 kilómetros del camino rumbo a la Catedral de Compostela. El recorrido, testimonio de fe y fortaleza, ahora hace parte del documental titulado «Anoche soñé que volvía al Camino», dirigido por David Burillo y producido por Temyque, entidad sin ánimo de lucro que trabaja a favor de los que padecen la enfermedad crónica.
Los peregrinos con Esclerosis Múltiple y sus amigos voluntarios al llegar a Santiago de Compostela / Foto: Documental «Anoche soñé que volvía al Camino». |
Todo comenzó con una idea, que luego se convirtió en un sueño, durante una rehabilitación en el centro de esclerosis múltiple de Cataluña, cuando se pensó en realizar una salida donde se pudiese caminar, que fuera de montaña e implicara un reto, entonces surgió el Camino de Santiago. El objetivo, como comenta Carmen -quien coordinó este proyecto y padece la enfermedad- era dar a conocer la enfermedad.
«Esta era una oportunidad para hacer algo, que es un reto, que es difícil de hacer para una persona como yo, pero que tenía la suficiente ayuda como para hacerlo», dice Albert, quien se sumó a esta idea.
Por su parte Narcís, otro de los participantes, cuando le propusieron andar a Santiago de Compostela, dijo: «La verdad yo llevaba mucho tiempo queriendo hacer el Camino (…) Cuando lo oí, me hice ilusión, pero también pensé: ‘éstos están locos'».
Entonces los 10 peregrinos, con sus sillas de ruedas y muletas, emprendieron el camino realizando siete etapas: Brea-Portomarín, Portomarín-ventas de Narón, Ventas de Narón-Palas de Rei, Palas de Rei-Melide, Melide-A Calzada, A Calzada-Amenal y Amenal-Santiago de Compostela.
Momentos del documental / Fotos: «Anoche soñé que volvía al Camino». |
Recorrido que fue bastante difícil en su inicio. «El primer día fue muy duro, y pensar que me quedaban 6 días más iguales, para mí fue horroroso», dice Dolors; mientras que Albert, recuerda que «la primera etapa fue mucho más difícil de lo que esperaba», ya que tenía muchas piedras y pendientes.
«La verdad yo pensé que de Galicia nada más voy a conocer piedras, raíces y charcos. Todo el rato iba mirando al suelo para no caerme», agrega Narcís.
Pero al pasar las etapas, todo se fue superando. «Superamos muchas barreras que en la vida misma las tenemos cada día y, éramos dos personas y fuimos capaces de superar esas barreras; y allí, 23 personas, fuimos capaces de ser una sola», dice Silvia.
Un camino que no hubiese sido posible sin la ayuda de los voluntarios. «Nosotros nos esforzamos (…) Pero los brazos y las piernas de nosotros en muchos momentos fueron ellos», comentan.
Los peregrinos, con dolor en el cuerpo, pero con el alma llena, finalmente llegaron a Santiago de Compostela el 5 de julio de 2014. Una experiencia que significó para todos un antes y un después, como lo comenta Lourdes quien dice que tras peregrinar «llegó mucho más fuerte y con ganas de continuar haciendo cosas, no quedarse quieta». «Antes estaba muy limitada, ahora no tanto», agrega Dolors.
Para ver el documental «Anoche soñé que volvía al Camino», ingrese al siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=F201WTixLPc
Con información de temyque.org.
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