Luanda (Martes, 04-08-2009, Gaudium Press) El arzobispo de la capital angoleña Luanda, Mons. Damião António Franklin, manifestó en comunicado indignación con la forma en que las autoridades del país están ejecutando acciones de despeje, determinadas por el gobierno desde la semana pasada.
Según el texto, las autoridades católicas angoleñas condenan la acción de las autoridades, que intentan desocupar zonas consideradas reservas del Estado. En la semana pasada, el gobierno provincial de Luanda demolió cerca de tres mil casas, en los barrios Irak y Bagdad, en el municipio de Kilamba Kiaxi, por ocupación ilegal de los terrenos, dejando sin viviendas a cerca de 15 mil personas.
El gobierno alega que las medidas son necesarias porque más de un tercio de la población angoleña vive en áreas irregulares, los llamados «barrios de lata«, sin acceso a electricidad o agua potable, y asegura que todos serán reubicados. El presidente Eduardo dos Santos prometió construir un millón de casas en cuatro años.
Mons. Damião Franklin afirma que son los más pobres los que sufren con esas demoliciones: «Hoy el plan de tierras en Luanda es muy complejo en razón de muchos factores, y quienes más sufren con eso son las personas más pobres».
«Condeno la forma brutal como es realizada la desocupación de las tierras y el despeje de las personas, pero, al mismo tiempo, pido a los ciudadanos y a los fieles que respeten la ley» – concluyó Mons. Damião Franklin, agregando que «aunque la guerra sea responsable por la llegada de muchas personas a la ciudad, las cosas no deben ser hechas u obtenidas de manera anárquica».
Después de la acción, centenas de angoleños despejados protestaron frente a la Asamblea Nacional.
Deje su Comentario