Ciudad del Vaticano (Lunes, 27-04-2015, Gaudium Press) Ayer, antes del Regina Coeli, el Papa Francisco meditó sobre la luminosa lectura evangélica del día, que hacía referencia a las características del Buen Pastor.
«El cuarto Domingo de Pascua, éste, llamado ‘Domingo del Buen
Pastor’, cada año nos invita a redescubrir, con estupor siempre nuevo,
esta definición que Jesús dio de sí mismo, releyéndola a la luz de su
pasión, muerte y resurrección. ‘El buen pastor da su vida por las
ovejas’ (Jn 10,11): estas palabras se realizaron plenamente cuando
Cristo, obedeciendo libremente a la voluntad del Padre, se inmoló en la
cruz. Entonces se vuelve completamente claro qué significa que Él es ‘el
buen pastor’: da la vida, ofreció su vida en sacrificio por todos
nosotros: por ti, por ti, por ti, por mí ¡por todos. ¡Y por ello es el
buen pastor!», inició el Pontífice.
Foto: CTV |
Es claro, y así lo resaltó el Papa, que «Cristo es el pastor verdadero, que realiza el modelo más alto de amor por el rebaño: Él dispone libremente de su propia vida, nadie se la quita (cfr. v. 18), sino que la dona en favor de las ovejas (v. 17)». La descripción que Jesús hace del buen guía del rebaño, y su propia e infinitamente sublime vida, hacen contraste con lo que son «los falsos pastores»: «el pastor malo piensa en sí mismo y explota a las ovejas». Al contrario de aquel que sólo es mercenario, «Cristo pastor es un guía que cuida y participa en la vida de su rebaño, no busca otro interés, no tiene otra ambición que la de guiar, alimentar, proteger a sus ovejas. Y todo esto al precio más alto, el del sacrificio de su propia vida».
Jesús es la expresión más elevada, divina también, de la propia «Providencia de Dios» y de su «solicitud paterna para cada uno de nosotros», una Providencia que «¡no nos deja solos!». Ese amor de Dios por todos, «¡es verdaderamente un amor sorprendente y misterioso, porque donándonos a Jesús como Pastor que da su vida por nosotros, el Padre nos ha dado lo más grande y precioso que nos podía donar! Es el amor más alto y más puro, porque no está motivado por ninguna necesidad, no está condicionado por ningún cálculo, no está atraído por ningún interesado deseo de intercambio. Ante este amor de Dios, experimentamos una alegría inmensa y nos abrimos al grato reconocimiento por lo que hemos recibido gratuitamente».
Pero no es suficiente sólo agradecer. «También hay que seguir al Buen Pastor», particularmente aquellos que «tienen la misión de guía en la Iglesia».
El Papa mencionó especialmente a los sacerdotes que él había ordenado ese día en la diócesis de Roma, y los convocó una vez más al «estilo de vida pastoral del Buen Pastor». Pidió finalmente el Papa Francisco que por la intercesión de la Virgen bendita, le sea obtenida a él, a los obispos y a todos los sacerdotes «la gracia de servir al pueblo santo de Dios mediante la alegre predicación del Evangelio, la sentida celebración de los Sacramentos y la paciente y mansa guía pastoral».
Con informacion de Radio Vaticano
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