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Roma (Martes, 28-04-2015, Gaudium Press) La Asociación Meter Onlus, que ayuda a niños agobiados por diferentes sufrimientos, está realizando desde ayer y hasta el próximo domingo su XIX Jornada por los Niños víctimas de la violencia, la indiferencia y la explotación. Con ocasión de ese evento, su fundador, Don Fortunato Di Noto, ha recibido las comunicaciones animantes y elogiosas de diversos prelados italianos, entre ellos varios purpurados. El domingo que concluye la Jornada, miembros de la asociación venidos de diferentes lugares de Italia estarán presentes en la Plaza de San Pedro para acoger las palabras del Pontífice, tras el rezo del Regina Coeli.
«Gracias también y sobre todo por aquello que estás haciendo. Reza por mí», escribe a Don Fortunato Mons. Nunzio Galantino, Secretario General de la Conferencia Episcopal Italiana. Por su parte el Cardenal Arzobispo de Ancona-Osimo, Mons. Edoardo Menichelli, expresa que se halla cercano de esa obra «con mi oración y con mi afecto (…) ¡Dios la bendiga!».
A su vez el Cardenal Arzobispo de Nápoles, Mons. Crescenzio Sepe dice estar «persuadido que la inocencia y la simplicidad de los niños son valores preciosos también para todos nosotros, por lo que es preciso empeñarse en defenderlos y custiodiarlos». «Jesús, que nos invita a hacernos pequeños para entrar en su reino -continúa el Cardenal, nos ayude a cultivar en nuestros niños la semilla de la autenticidad, poniendo freno a todas aquellas situaciones, también de violencia y de dificultad, que no contribuyen al crecimiento humano y espiritual de nuestros hijos».
También escribió a Don Fortunato Pietro Grasso, presidente del Senado italiano: La violencia «asume contornos trágicos si se comete contra un menor, cuyo estado de impotencia a la defensa obliga a las instituciones y a la sociedad a desarrollar un papel clave en la prevención». Y añade: «Sensibilizar a la opinión pública con el fin de mantener una alta atención a los niños, para garantizar la protección contra toda forma de violencia física y psicológica, y para reconocer su derecho a la infancia es el luminoso testimonio de su obra, es un signo de esperanza para el futuro a la luz de las enseñanzas del Santo Padre que decía ‘No sabemos más llorar’, queriendo recordar a todos que debemos amar y proteger a las pequeñas criaturas».
Con información del Servizio de Informazione Religiosa
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