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Manila (Miércoles, 29-04-2015, Gaudium Press) Pocas personas han oído hablar recientemente de Nuestra Señora del Santísimo Rosario de Echague, venerada en Manila, Filipinas desde la época de la colonia. Sin embargo, esto está cambiando gracias a las redes sociales y las nuevas tecnologías. Cada día, esta advocación gana nuevos devotos y se da a conocer su larga historia, de gran importancia para los fieles de la región.
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| Nuevos devotos, en particular jóvenes, se unieron a la procesión en honor a Nuestra Señora del Santísimo Rosario de Echague en Manila, Filipinas. Foto: CBCP News. |
La nueva oleada de interés por esta advocación mariana se suscitó por las publicaciones de un devoto, James Benedict Malabanan, quien suele compartir imágenes y mensajes relacionados a la Santísima Virgen. La imagen de Nuestra Señora del Santísimo Rosario de Echague motivó la curiosidad de los usuarios de redes sociales que no tenían noticia de la existencia de la imagen.
Una advocación con larga historia
«Nuestra Señora del Santísimo Rosario de Echague ha jugado un papel muy importante en la historia de la Manila católica», explicó a CBCP News Malabanan. En la época de la colonia quienes vivían dentro de la ciudad amurallada de Manila, Intramuros, tenían pleno acceso a Nuestra Señora de La Naval, pero «los fieles humildes tenían a su Virgen de Echague fuera de los muros».
En los tiempos actuales es más difícil comprender esta necesidad, pero para la época la advocación expresaba la cercanía de la Santísima Virgen a un gran sector de la comunidad. «No todas las personas, menos un indio pobre, podían entrar libremente a Intramuros incluso para simplemente venerar a la Virgen de la Naval», agregó el devoto. «Los habitantes de ‘extramuros’, o de los distritos circundantes de la ciuda amurallada como Paco, La Ermita, Binondo, pero especialmente Quiapo, no tenían otra opción que tener su propia devoción».
La imagen, en consonancia con las condiciones originales de sus devotos, no es una escultura sino una pintura al óleo en un marco de 50 centímetros de altura por 40 de anchura entronizada en una capilla de Quiapo ubicada en una calle que le da su nombre. A pesar de no tener relieve, el fevor popular hizo que la imagen fuera adornada con un vestido, lo que le da la apariencia de una escultura.
La procesión de Nuestra Señora del Santísimo Rosario de Echague apenas era llevada a cabo por un grupo pequeño de devotos locales, pero el pasado 25 de abril docenas de nuevos fieles se acercaron para tomar parte en su veneración, después de haber conocido su existencia a través de Internet. Malabanan se alegra de haber publicado la imagen y su historia: «Lo hice para revivir esta devoción particular para que no sea olvidada completamente», concluyó. «Numerosos registros afirman milagros atribuidos a su intercesión. Dejen que el público conozca sobre la Virgen de Echague».
Con información de CBCP News.
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