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Roma (Miércoles, 05-08-2009, Gaudium Press) «Hace más de 20 años hago películas en las cuales la familia es compuesta por un grupo de personas en el centro de las cuales se encuentra un pequeño ser de quien todos se ocupan, un ser que aman y del cual satisfacen las necesidades, prescindiendo del hecho de si el grupo es formado por padres separados, homosexuales, travestis, transexuales o por hermanas enfermas de Sida». Con estas palabras Pedro Almodóvar, productor de famosas películas cinematográficas, criticó en declaraciones al periódico alemán Die Zeit la visión católica de la familia, y particularmente al Pontífice romano, a quien se refirió personalmente.
«El Papa debería abandonar la visión tradicional de la familia, salir del Vaticano y mezclarse con las personas para tomar conocimiento de cómo funcionan las familias modernas» declaró el controvertido director. Las declaraciones fueron dadas con motivo del lanzamiento en Alemania de su reciente película «Los abrazos rotos».
De hecho, la oposición entre Almodóvar y la Iglesia no se limita al tema de la estructura familiar, ni tampoco es reciente. En entrevista registrada por la cadena española Ser, el 20 de marzo pasado, el director de cine español aseguraba que «se escandaliza cada vez que la Iglesia abre la boca», refiriéndose también de forma despectiva del Cardenal Arzobispo de Madrid, monseñor Antonio María Rouco Varela, de quien aseveró que «ha dicho las mayores barbaridades unido a veces al antiguo presidente Aznar (ex-presidente del gobierno español)».
Para algunos, como el senador italiano Rocco Butiglione, la animadversión de Almodóvar a la Iglesia no es sino un enfrentarse a su origen cristiano. En declaraciones consignadas por la Voz de Asturias en noviembre del 2004, el antiguo eurodiputado declaraba que Almodóvar «es un gran artista que ha calumniado de forma terrible a la Iglesia», a la vez que declaraba que su actitud era propia del odio contra una madre de la que se piensa que le ha traicionado, al tiempo que le sugería encontrar la madurez humana en el diálogo con ella.
Sobre la doctrina de Benedicto XVI al respecto de la familia, en la homilía pronunciada en Nazaret en mayo de este año, afirmaba el Pontífice que «aquí, tras el ejemplo de María, José y Jesús, podemos apreciar aún más la santidad de la familia que, en el plan de Dios, se basa en la fidelidad para toda la vida de un hombre y una mujer, consagrada por el pacto conyugal y abierta al don de Dios de nuevas vidas».
«¡Cuánta necesidad tienen los hombres y mujeres de nuestro tiempo de volver a apropiarse de esta verdad fundamental, que constituye la base de la sociedad y qué importante es el testimonio de parejas casadas para la formación de conciencias maduras y la construcción de la civilización del amor!», declaró el Pontífice en la ocasión.
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