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Ciudad del Vaticano (Jueves, 30-04-2015, Gaudium Press) «La historia y el servicio» son los «dos rasgos de la identidad de cristiano», dijo el Papa en su homilía de la eucaristía de hoy en la Casa Santa Marta.
Los primeros discípulos del Señor «no anunciaban a un Jesús sin historia: ellos anunciaban a Jesús en la historia del pueblo, un pueblo que Dios ha hecho caminar durante siglos para llegar» a la madurez, «a la plenitud de los tiempos».
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| Foto: L’Osservatore Romano |
El estar integrado en la historia concreta de un Pueblo, hace que el egoísmo sea lo contrario de la vida cristiana.
«El cristiano es un hombre y una mujer de historia, porque no pertenece a sí mismo, está integrado en un pueblo, un pueblo que camina. No se puede pensar en un egoísmo cristiano, no, esto no va. El cristiano no es un hombre, una mujer espiritual de laboratorio, es un hombre, es una mujer espiritual colocado en un pueblo, que tiene una historia larga y sigue caminando hasta que el Señor vuelva».
Es una historia que es de gracia y también marcada por el pecado de los hombres. Y debe ser una historia signada por el servicio.
Jesús lava los pies a los discípulos invitándonos a hacer como él, es decir servir:
«La identidad cristiana es el servicio, no el egoísmo. ‘Pero padre, todos somos egoístas’. ¿Ah sí? Es un pecado, es un hábito del que debemos desprendernos. Pedir perdón, que el Señor nos convierta. Estamos llamados al servicio. Ser cristiano no es una apariencia o incluso una conducta social, no es un poco maquillarse el alma, para que sea un poco más bella. Ser cristiano es hacer lo que ha hecho Jesús: servir».
El Papa concluyó planteando una serie de preguntas: «¿En mi corazón qué es lo que más hago? ¿Me hago servir por los demás, me sirvo de los demás, de la comunidad, de la parroquia, de mi familia, de mis amigos, o sirvo, estoy al servicio de…?».
Con información de Radio Vaticano
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