Des Moines (Sábado, 02-05-2015, Gaudium Press) Un diácono de Estados Unidos, Eric Bertrand, asignado a las Parroquias del Sagrado Corazón de Jesús en Chariton y de la Santísima Trinidad en Lacona, sintió un llamado especial a revivir una antigua tradición rural de ayuno y oración llamada Ember Days (Días de Brasas). Al leer la invitación del Papa Francisco en la Encíclica Evangelii Gaudium a despertar la devoción popular, y tras discutirlo con los diáconos rurales de su área, la Diócesis ha visto el renacimiento de una práctica de gran significado para las gentes del campo.
| El Ángelus, de Jean Francois Millet, expresa la fe y confianza de los campesinos en la Providencia Divina. | 
Los Días de Brasas son fechas especiales en las que grandes solemnidades coinciden con los cambios de estaciones climáticas, por lo cual las comunidades rurales las aprovechaban para implorar a Dios buenas condiciones para su trabajo. El Miércoles de Ceniza en Primavera, Pentecostés en Verano, la Exaltación de la Santa Cruz en Otoño y Santa Lucía en Invierno eran las fechas acostumbradas.
«Hubo mucho diálogo y discernimiento», resaltó Bertrand a Catholic News Service. «Comenzamos a explorar el llevar nuestra espiritualidad» a las granjas, explicó. Las familias que lo solicitan reciben una visita de un diácono o un sacerdote para bendecir sus campos, semillas e instrumentos de trabajo y encomendar su labor a Dios.
«Crecí en una granja, y uno es totalmente dependiente del agua que Dios provee, y hay en la agricultura un riesgo y una confianza», declaró el Director de la Oficina de Culto de la Diócesis de Des Moines, donde se comenzó a practicar nuevamente la tradición de los Días de Brasas. «Somos afortunados años tras año que las cosechas sean abundantes. Esto no es verdad en todos los lugares y esa es una razón más para dar gracias».
La promoción de esta práctica devota es la oportunidad de dar más impulso a la pastoral rural. «Verdaderamente necesitamos traer nuestra vida espiritual a nuestra vida diaria y en nuestras ocupaciones y actividades rurales», exhortó el Diácono Bertrand al periódico diocesano The Catholic Mirror. «El cuidado que uno ha recibido de los bienes viene directamente de Dios y uno pide su bendición y abandona su trabajo en sus manos».
Con información de Catholic News Service.
 
                            
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