Hay que "leer la Escritura desde el corazón de la Iglesia": Scott Hahn

Washington (Lunes, 04-05-2015, Gaudium Press) La siguiente entrevista con el Dr. Scott Hahn -católico converso, conferencista de fama internacional y profesor de la cátedra del Teología Bíblica y Nueva Evangelización en la Universidad Franciscana de Steubenville, EE.UU., además de profesor en el Seminario de Mundelein- se realizó el 2 de mayo de 2015, en el marco de la conferencia «La Misericordia y El Reino» organizada en Toronto, Canadá, por Serviam Ministries.

Foto: Gaudiumpress

Gaudium Press – Nuestros lectores de lengua hispana gustarían saber si hay algún elemento que resuma su camino al Catolicismo, y que trazo particular de la Iglesia escogió Dios para tocarlo…

Dr. Hahn – Yo diría que una cosa fue descubrir a Jesús en la Sagrada Eucaristía, descubrirlo en la Sagrada Escritura y luego tener la experiencia de Él en la misa, por primera vez mucho antes de que en realidad me decidiera a ser católico. Fue algo así como los discípulos en el camino a Emaús (Lucas 24), mi corazón estaba ardiendo dentro de mí durante años de estudio de la Biblia; y cómo el Antiguo Testamento se ha cumplido con Nuestro Señor en el Nuevo Testamento. Pero sólo cuando experimenté la fracción del Pan Eucarístico descubrí su presencia real en la Eucaristía y [me di cuenta] que simplemente Él no ha desaparecido, que está junto a nosotros, es increíble.

Gaudium Press – Usted eligió el campo bíblico como una manera de encontrar a Cristo, y después usted lo descubrió en la Eucaristía en la Iglesia Católica; este es el viaje que usted emprendió para llegar a la Iglesia Católica. La pregunta es ¿por qué el campo bíblico como una forma de encontrar a Cristo?

Dr. Hahn. – En la Sagrada Escritura usted tiene la Palabra inspirada de Dios. Yo no sabía que en la Sagrada Eucaristía usted tiene la Palabra encarnada de Dios. Ambas son totalmente humanas y divinas, pero es evidente que el libro está ordenado al sacramento. Yo quise ser un cristiano neo-testamentario toda mi vida, pero en un momento llegué a descubrir que el Nuevo Testamento nunca se refiere a sí mismo como el Nuevo Testamento. La única vez que Jesús nunca usa la frase ‘Nuevo Testamento’ o ‘Nueva Alianza’ es en Lucas 22, 20 donde dice ‘éste es el cáliz de mi sangre de la sangre del nuevo testamento, la sangre de la nueva alianza’. La única vez que Él usa esta frase, dice: ‘haced esto en memoria mía’. Él no dice: ‘escriba esto’. ¡Esta es la Eucaristía, la Eucaristía es el Nuevo Testamento! Así descubrí que el Nuevo Testamento era un sacramento mucho antes de que empezara a convertirse en un documento.

De esta manera, el documento del Nuevo Testamento me llevó al sacramento, que es lo que Jesús llamó el Nuevo Testamento. Él nunca dijo escriba esto, Él no escribió nada. La mayoría de los 12 [apóstoles] nunca terminaron contribuyendo a un solo libro de lo que llamamos el Nuevo Testamento. No porque fueran infieles o desobedientes sino porque Él dijo «Haced esto», y ellos lo hicieron, proclamaron el Evangelio y celebraron la Eucaristía y ellos obedecieron lo que Él estaba pidiendo.

Así me ocurrió a mí, para hacer corta la historia larga, es que siguiendo el Nuevo Testamento encontré la Eucaristía, y también descubrí que el Nuevo Testamento era el sacramento de la Eucaristía mucho antes que se convirtiera en el documento que llamamos Nuevo Testamento .

Gaudium Press – ¿Cuál sería la mejor aproximación, pensando en un católico promedio, para profundizar en la Sagrada Escritura? ¿Y cómo mejor leer la Biblia con el fin de sacar el máximo provecho de su lectura?

Dr. Hahn – Yo diría que la misa es la única cosa que todo católico debe cumplir en toda su vida; y que la Biblia es el único libro que debe ser leído en todas las misas e invariablemente siempre es el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. Leer la Escritura desde el corazón de la iglesia. Es decir, aprender realmente la Escritura de la forma en que es proclamada en la liturgia. Porque en la Liturgia de la Palabra nuestros corazones deben estar encendidos, y así en la Liturgia de la Eucaristía nuestros ojos deben estar abiertos a la presencia real de Cristo en la Eucaristía, que es el Nuevo Testamento en su propia sangre.

Pero creo que la mejor manera de hacerlo, es la forma en la que cada católico lo hace. Esto es, ir a misa, escuchar la Palabra de Dios, y prepararse para la misa mirando los pasajes de las Escrituras que se van a leer en la misa. Llevarlos a la oración, pensar en ellos, de modo que cuando se proclamen en la misa, ellas [las Escrituras] realmente lo encuentren en la mejor disposición.

Gaudium Press / Brett Sequeira