Kontum (Martes, 05-05-2015, Gaudium Press) El Comité de Asuntos Religiosos de Vietnam realizó una nueva propuesta de legislación sobre religiones que despertó originó voces de alerta por parte varios Obispos del país. El Obispo de Kontum, Mons. Hoang Duc Oanh rechazó la iniciativa y recordó que «el gobierno no debe difundir puntos de vista negativos sobre la religión, ni interferir en los asuntos religiosos internos, tales como la formación, la ordenación, la transferencia del clero».
Mons. Hoang Duc Oanh recordó el derecho de loscatólicos a vivir y manifestar abiertamente su fe. Foto: VietCatholic News. |
«Los actuales proyectos de ley están en contra del derecho a la libertad de religión y de fe», alertó el prelado. «Los proyectos de ley tienen muchas lagunas y limitaciones a ese derecho. Todas las organizaciones religiosas y sus miembros, en lugar de disfrutar de los derechos legítimos, se ven obligados a pedir permiso para ejercerlos cuando quieren organizar celebraciones, formación, coordinación, etc».
Esta normativa fue catalogada como contraria a una ordenanza previa sobre las creencias y las disposiciones legales que ya consagran la libertad religiosa en el orden legal, si bien su aplicación es limitada sobre todo en áreas rurales. El Vicario general de la Diócesis de Bac Ninh, Mons. Joseph Nguyen Duc Hieu, recordó a este respecto que la Constitución del país «reconoce, respeta, protege y garantiza» los derechos que se verían vulnerados de aprobarse la nueva norma.
Mons. Duc Hoan cuestionó la idea misma de un organismo de control sobre las religiones, institución que no existe en muchos países del mundo, y que quienes definan las normas sean justamente miembros de un gobierno socialista contrario a la religión. «Cada religión tiene sus cánones y reglas», recordó el prelado. «¿Cómo no puede ser absurdo que los ‘no creyentes’ quieran establecer las reglas para las personas de fe?».
«Esperamos sinceramente que la ley de la fe y la religión sea un documento legal para el progreso, para la felicidad de la gente, y la más grande de toda la felicidad es la libertad de practicar sus creencias religiosas y vivir su propia vida espiritual», concluyó el obispo de Kontum. «Sólo de esta manera la sociedad es capaz de desarrollarse de manera constante y hermosa, cuando todos se proponen servir a la gente en armonía con el desarrollo de la humanidad».
Con información de Asia News.
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