Santiago (jueves, 06-08-2009, Gaudium Press) El día miércoles 4 de agosto la Unión Social de Empresarios Cristianos (USEC) junto a la Pontificia Universidad Católica de Chile presentaron en el Salón de Honor de dicha casa de estudios, la encíclica «Caritas in veritate» del Papa Benedicto XVI. La presentación contempló un análisis económico y empresarial del documento, incluyendo diversos cometarios sobre los conflictos económicos y valóricos que inspiraron el texto.
La actividad contó con la presencia del Arzobispo de Santiago y Gran Canciller de la Universidad, cardenal Francisco Javier Errázuriz y con el Nuncio Apostólico en Chile, monseñor Giuseppe Pinto. Como panelistas se presentaron el Presidente de la USEC, Rolando Medeiros, el decano de la Facultad de Teología y asesor doctrinal de USEC, padre Samuel Fernández; el decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Católica, Francisco Rosende y el decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la misma, Pedro Morandé.
La persona en el centro del desarrollo
En su mensaje, Rolando Medeiros se refirió a que la encíclica deja de manifiesto que no basta con el mero desarrollo tecnológico, económico y científico, sino que es necesario preguntarse por el fin de estos avances y la respuesta a la interrogante es el desarrollo integral del ser humano. «Al poner su foco en el desarrollo humano integral, nos recuerda que más allá de la necesaria actividad económica, las políticas públicas, y todo tipo de iniciativas sociales, el ser humano no alcanzará su verdadero desarrollo apartado de la verdad de su propia naturaleza«, expresó.
Por su parte, el padre Samuel Fernández analizó qué se entiende por desarrollo integral de la persona, afirmando que este debe ser acorde a su naturaleza y siempre en comunión con Dios. «el desarrollo es auténtico sólo cuando corresponde a la verdad del hombre, a la verdadera estatura del hombre. Por ello, en un documento como éste, el Santo Padre, por fidelidad al ser humano sostiene que no cualquier tipo de desarrollo está a la altura del hombre (…) El desarrollo no es el resultado de nuestro esfuerzo, sino un don, por lo cual, el desarrollo necesita cristianos con los brazos levantados hacia Dios en oración«, señaló.
Autosufiencia técnica y manipulación biotecnológica
Según Francisco Rosende, la superación de la pobreza requiere de mucha valentía para luchar contra aquellos intereses y límites que perjudican a los más pobres, sobre todo en el área de las políticas públicas. Igualmente destacó que para solucionar el problema de la pobreza a nivel mundial se requiere de una verdadera solidaridad y caridad entre los países, más que una ayuda asistencial.
«La preocupación manifestada en esta Encíclica por el Santo Padre respecto a la situación precaria en que viven numerosas personas en el mundo cabe interpretarlo como un fuerte llamado a quienes tienen la responsabilidad en el diseño de las políticas públicas en orden a promover políticas más efectivas para superar la pobreza, las que a menudo son las más populares al menos ante los ojos de importantes grupos de presión«, enfatizó.
Finalmente Pedro Morandé, reflexionó en torno a la globalización y al desarrollo tecnológico a la luz de la encíclica, afirmando que la idea de autosuficiencia de la técnica aparece cuando el hombre se pregunta sólo por el Cómo y no el Por Qué de su actuar. «Tan poderosa herramienta -la técnica- está alterando, sin embargo, la propia mentalidad de los pueblos, con el peligro consiguiente de dejar de buscar el sentido último de todo (…). Pero en el ámbito en que resulta más gravoso que en ningún otro es, ciertamente, el de la manipulación biotecnológica de la vida humana misma, despojándola de su carácter de don recibido para transformarla en producto encargado a la industria correspondiente», sentenció.
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