París (Viernes, 08-05-2015, Gaudium Press) En una discreta residencia de las Hermanitas de los Pobres falleció el reconocido empresario Francois Michelin el pasado 29 de abril de 2015. Además de ser un muy exitoso hombre de negocios, Michelin es recordado por su convencido testimonio de su fe católica y su compromiso laboral.
Francois Michelin, quien es recordado por su «humildad fraterna» en su trato con los demás. Foto: Alexandre Havard. |
Francois Michelin ha sido llamado por los medios «el jefe más discreto de Francia» y sus méritos empresariales incluyen el colocar a su empresa en el lugar número uno en fabricación de neumáticos gracias al desarrollo de la técnica de neumáticos radiales. El éxito de la compañía permitió dotar a sus empleados de numerosos servicios como clínica y escuela propias e incluso un templo en honor a San José Obrero en medio de la ciudadela de la fábrica, cuyas calles recibieron nombres como «de la valentía» o «de la voluntad».
El empresario llegó a manejar una fortuna calculada en unos 1300 millones de euros, pero no permitió que el dinero lo deslumbrara y le hiciera perder el rumbo trazado por sus principios familiares. «Cuando vi cómo vivía mi abuelo, entendí que el dinero era cómodo, pero si nos descuidamos, se puede convertir en una droga» relataba Michelin, según informó Alfa y Omega. «Nunca olvidaré dos cosas que me decía mi abuelo: la primera, que la verdad y la realidad pueden más que tú; la segunda, que el dinero tiene que ser un servidor y nunca un amo».
Una de las anécdotas más destacadas de la ida de Michelin fue la forma cómo comenzó su trabajo en la industria familiar, ya que no quiso administrarla directamente sin tener una experiencia directa de las labores. Tras culminar estudios de Matemáticas y Ciencia Política, se hizo pasar por un obrero común y laboró de esta forma anónima, llegando a convertirse en capataz, para finalmente revelar su identidad y asumir el lugar que le correspondía.
La labor de Francois Michelin, profundamente inspirada en su identidad católica, fue una notable fuente de progreso para Francia y su fallecimiento ha sido ocasión de reconocimiento por parte de las autoridades civiles del país desde el Presidente de la República y sus ministros.
Con información de Alfa y Omega.
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