La Iglesia en Vietnam

Hanoi (Lunes, 11-05-2015, Gaudium Press) Después de cuarenta años del fin de la guerra de Vietnam, y la implantación en todo el país del régimen de partido único, un servicio de Lee Nguyen, para Asia News, muestra el crecimiento de una «Iglesia viva rebosante de fieles hasta lo inverosímil, incluso en las Misas entre semana».

Durante los años más duros (de 1976 hasta el 2008) hasta la agencia Cáritas estuvo impedida de ejercer cualquier actividad en el país.

Fueron cerrados más de 2.000 centros educativos, caritativos, evangelizadores. Hasta hoy, los cristianos sufren discriminación y problemas. El derecho a la libertad religiosa, garantizado por la constitución, es interpretado y aplicado en modo discontinuo. Lo que no impide que, con autorización gubernamental, en el día 15 de agosto se reúnan más de un millón de fieles en el Santuario de Nuestra Señora de La Vang. Ya fue aprobada la construcción de un nuevo templo, pues el actual no es suficiente para abrigar el continuo peregrinar de católicos y no católicos, a implorar la protección de María Asunta a los Cielos.

Una noticia prometedora fue dada, en abril de este año, por la Conferencia Episcopal, después de su reunión habitual: fue autorizada la apertura de la primera universidad católica, desde el año 1976, la cual llevará el título de «Instituto Católico de Vietnam».

Igualmente, por ocasión del Jueves Santo, el Arzobispo de Saigón, Mons. Paul Bui Van Doc, comunicó haber recibido autorización para los trabajos de restauración en la Basílica de Notre-Dame, lo que no acontecía hace 25 años, cuando el templo fue consagrado.

El periodista comenta que el guante de terciopelo del gobierno comunista esconde una mano de hierro que puede golpear la Iglesia Católica; pues es la única institución influyente y capaz de coordinar y organizar movimientos de masas.

Las conversaciones entre el gobierno y la Santa Sede llevaron a algunas mejorías: hace dos años fue autorizado un representante vaticano en el país, y hay tratativas para el restablecimiento de relaciones diplomáticas.

Gaudium Press / José Manuel Jiménez