"La vida de la Iglesia es un camino guiado por el Espíritu", recuerda Francisco

Ciudad del Vaticano (Martes, 12-05-2015, Gaudium Press) Ayer, en la capilla de la Casa Santa Marta, el Santo Padre dio inicio a la semana con una celebración eucarística, donde comentó el anuncio del Espíritu Santo hecho por Jesús a sus discípulos.

En el Evangelio de este lunes 11 de mayo, recordó el mensaje de Nuestro Señor: «Tengo todavía mucho que deciros, pero no podéis ahora soportar. Cuando venga el Espíritu de la Verdad, Él os conducirá a la verdad plena».

Según el Papa, Jesús «habla del futuro, de la cruz que nos espera y nos habla del Espíritu, que nos prepara a dar el testimonio cristiano», y al mismo tiempo, «del escándalo de las persecuciones», del «escándalo de la Cruz».

«La vida de la Iglesia es un camino guiado por el Espíritu», recordó el Pontífice, que enseguida, dijo que las palabras del Hijo de Dios nos enseñan «las cosas que Él todavía no puede decirnos», pues Jesús «es compañero de caminata» y «nos defiende también» del «escándalo de la Cruz».

La Cruz, prosiguió, es considerada un escándalo para los judíos y una locura para «los griegos, esto es, los paganos», una vez que los cristianos, al revés, oran a Cristo crucificado. Y de esa forma, Nuestro Señor prepara a los discípulos para que no se escandalicen con la Cruz de Cristo.

«Hoy somos testigos de esas personas que matan a los cristianos en nombre de Dios, porque son infieles, según ellos. Esta es Cruz de Cristo: ‘Y eso harán porque no reconocieron al Padre ni a mi'».

Cuando abordada la necesidad de hacer el testimonio diario de nuestras vidas, «el testimonio de tornar presente la fecundidad de la Pascua», el Papa resaltó que ese «nos da el Espíritu Santo, que nos guía rumbo a la verdad plena, a la verdad entera, y nos hace recordar lo que Jesús nos dice».

«Un cristiano que no lleva a serio esta dimensión de martirio de la vida no entendió todavía el camino que Jesús nos enseñó: el camino del martirio de todos los días; de defender los derechos de las personas; de los hijos: padre y madre que defienden su familia; el camino del martirio de tantos, tantos enfermos que sufren por amor de Jesús. Todos nosotros tenemos la posibilidad de llevar avante esta fecundidad pascal en el camino del martirio, sin escandalizarnos», acrecentó.

Al final, el Pontífice solicita a los fieles pedir a Dios «la gracia de recibir el Espíritu Santo, que nos hará recordar las cosas de Jesús, que nos guiará rumbo a toda la verdad y nos preparará a cada día para ofrecer este testimonio, para ofrecer este pequeño martirio de todos los días o un gran martirio, según la voluntad del Señor». (LMI)