Realizan festival en Jordania por las dos nuevas Santas de Tierra Santa

Amán (Miércoles, 13-05-2015, Gaudium Press) La próxima canonización de Santa Marie-Alphonsine Ghattas y Santa María de Jesús Crucificado es un acontecimiento histórico para los creyentes de Tierra Santa. Por este motivo la Iglesia Católica en Jordania organizó un festival para celebrar con procesiones y un multitudinario encuentro la llegada a los altares de las dos religiosas, oriundas de la región. «Por siglos, este trozo de tierra ha sido santa, pero nunca ha atestiguado la canonización de dos hijas de esta tierra antes», expresó el Vicario Patriarcal Latino para Jordania, Mons. Maroun Lahham, según informó Zenit.

El festival de Jordania en honor de las nuevas Santas congregó a miles de creyentes. Fotos: Abouna.

El festival, caracterizado por procesiones, acompañamiento de la banda de los jóvenes scouts, coros y manifestaciones de fe, congregó a la comunidad católica de Jordania y fue ocasión para animar el llamado universal a la santidad. Mons. Lahham reflexionó sobre los ejemplos de santidad de Santa María de Jesús Crucificado, quien «dejó el mundo y se retiró al monasterio», para «purificarse de los pecados y los deseos y acercarse a Dios» y de Santa Marie-Alphonsine Ghattas, quien vivió una vida de servicio a niñas y madres en parroquias y escuelas.

Sin embargo, el Vicario Patriarcal aclaró que la santidad no es compromiso exclusivo de los consagrados. «El llamado a la santidad está vinculado al misterio del Bautismo (…) Si usted está bautizado, está invitado a la santidad», indicó. Eso es cierto para los jóvenes, para las familias, en cualquier lugar y estado de vida, explicó. «Es importante vivir su vida día tras día en satisfacción de Dios y en el temor de Dios. Eso es la santidad».

«Otro punto debemos saber de la santidad», agregó el prelado. «Santo no es un hombre que nunca se equivoca. Santo es el hombre que reconoce su error cuando lo comete y pide perdón a Dios y se pone en pie y continúa la marcha, como lo hizo el Hijo Pródigo. Hermanos míos, Dios no está buscando Santos ya listos», agregó. «Lo que se necesita es dejar que Dios trabaje en nosotros desde dentro, permitirle purificar, levantar, sembrar, remover la tierra, podar, cortar, hacer lo que Él quiera hacer».

Mons. Lahham exhortó a los fieles a «arremangarse y comenzar el proceso de la santidad en nuestra rutina ordinaria», recordando que Jesucristo acompaña y ama al máximo a cada una de las personas en el camino hacia Él. La bendición final fue acompañada con el gesto de dejar volar una camándula hecha de globos tras el rezo del Santo Rosario.

Con información de Zenit y Abouna.