Santa Cruz del Sur (Jueves, 13-05-2015,Gaudium Press) En su más reciente artículo, Mons. Canísio Klaus, Obispo de la Diócesis de Santa Cruz del Sur, en Brasil, recordó que en el segundo domingo de este mes las atenciones de las comunidades, escuelas, medios de comunicación social y comercio se dirigen a las madres. Para él, es un día en que todos los hijos buscan homenajear a sus madres, y quien ya no puede contar más con ella aquí en la tierra, la recuerda en sus oraciones.
El Prelado también recuerda que en el mensaje para el Día Mundial de las Comunicaciones, a ser celebrado el día 17 de mayo, el Papa Francisco habló de la familia que comunica. Él aprovecha su inspiración, destacando a la madre como comunicadora, pues fue la madre que, junto con el padre, nos comunicó la Vida.
Según el Obispo, la vida tiene su origen en Dios, porque fue de él el soplo primordial que dio vida a las plantas, los animales y los seres humanos. Para Mons. Klaus, a partir de aquel soplo inicial, la vida fue siendo comunicada de padre/madre para hijo/hija. La orden dada por Dios a nuestros primeros padres fue: «Sed fecundos y multiplicaos» (Gn 1,28).
«Fue la madre que nos comunicó el lenguaje. Es lo que expresamos cuando decimos que nos comunicamos en la lengua materna. El lenguaje, no se refiere apenas al habla, sino también a las expresiones de la mirada, de la sonrisa en los labios o de la lágrima en los ojos. Se refiere a la comunicación del abrazo, del beso, del aprieto de mano, del asentir para con quien se va», evalúa.
Además, el Obispo resalta que fue la madre que nos enseñó a comunicarnos con las otras personas, respetando a los mayores y siendo fraternos con los hermanos y colegas. Conforme él, sin esta enseñanza, muchos de nosotros seríamos «unos brutos» y no sabríamos dialogar ni convivir.
Por último, Mons. Klaus enfatiza que fue la madre quien nos enseñó a comunicarnos con Dios, y es esta la experiencia que él personalmente tuvo y que la mayoría de las personas tienen. Él recuerda que las primeras oraciones que aprendió a rezar le fueron enseñadas por su madre, y hoy él se conforta en saber que las madres de las comunidades de la región continúan enseñando esta forma de comunicación a sus hijos. El Prelado además hace un pedido para que las madres que, eventualmente, no están celando por esta forma de comunicación, enseñen a sus hijos a rezar y comunicarse con Dios, pues es una bella herencia que pueden dejar para los hijos.
«Elevo a Dios mi oración por todas las madres. Dios ha de mirar con cariño para ustedes que, en su ternura, comunican la vida y enseñan a sus hijas e hijos a comunicarse entre sí y con el Altísimo. Y, para eso, también invoco la protección de María Santísima, que presentó a su hijo Jesús en el Templo y le enseñó el lenguaje de su pueblo. Dios os bendiga y la Madre María de Nazaret os inspire y proteja», concluye. (FB)
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