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Caracas (Jueves, 06-08-2009, Gaudium Press) La Iglesia Católica en Venezuela se une a la protesta de gran parte de los líderes políticos de oposición en el país, contra la cancelación de la concesión de 34 emisoras de radio privadas. La decisión fue adoptada hace algunos días por la Comisión Nacional de Telecomunicaciones, bajo la alegación de que muchas radios estaban operando de forma irregular.
Según el órgano, las emisoras que vieron sus concesiones anuladas operaban después de la muerte del titular de la concesión, comercializaron o pasaron su título concesionario a terceros o no habrían declarado con antecedencia el cambio del titular de la concesión. Los opositores al gobierno de Hugo Chávez y sectores de los medios de comunicación ven en la iniciativa un intento del presidente de callar a sus críticos. La Cámara Venezolana de Industria de Radiodifusión (Cvir) criticó la intervención del gobierno, alegando que «delinea un atentado contra la propiedad privada con el pretexto de sofocar la voz de aquellos que no están de acuerdo con el proyecto político presidencial».
El cardenal Jorge Liberato Urosa Savino, arzobispo de Caracas, resaltó que la medida gubernamental adoptada «viola los derechos a la defensa y la libertad de expresión» y advirtió que los efectos del cierre de las 34 emisoras radiofónicas privadas repercuten en la vida cotidiana de mucha gente «decente y humilde que acaba siendo gravemente penalizada solamente por el hecho de trabajar en una emisora que tiene una postura crítica y no de plena sumisión al gobierno».
Los obispos venezolanos ya habían manifestado preocupación con los anuncios de decretos y normas en materia de medios de comunicaciones sociales. «El Estado debe ser garante del derecho de la libertad de expresión, uno de los derechos humanos fundamentales, que permite el desarrollo integral del hombre, lo conduce a la búsqueda de la verdad y constituye un medio para la participación y la defensa de la democracia», dijeron los obispos.
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