Katmandú (Miércoles, 20-05-2015, Gaudium Press) La ayuda que la Iglesia Católica presta a los damnificados de dos recientes terremotos en Nepal debe sortear dificultades adicionales a las vías de acceso destruidas y la desafiante geografía del país. La injerencia de las autoridades sobre las acciones y recursos en beneficio de los afectados motivó la centralización en India de las labores de asistencia de las Misiones Salesianas. «Somos más efectivos así y evitamos la corrupción gubernamental», explicó a Zenit el misionero encargado Vincent Mondal.
La ayuda de las insituciones católicas llega a áreas remotas afectadas por el terremoto en Nepal. Foto: Cáritas Internationalis. |
«La población esperaba un gran terremoto por la zona sísmica en la que se encuentra el país. Nosotros pudimos actuar desde el primer momento gracias a los fondos propios que teníamos», explicó el misionero. «Después, las procuras misioneras, las ONGs, las fundaciones y todas las ramas de la Familia Salesiana se han movilizado para ayudar a Nepal y la ayuda ha seguido llegando, así que estamos muy agradecidos».
La ayuda de los católicos, tanto de las comunidades religiosas como de las agencias católicas como Cáritas y Catholic Relief Services, son en algunos lugares las únicas en llegar a los damnificados. «Solo algunas organizaciones benéficas y asociaciones cristianas han llegado hasta nosotros y nos han traído provisiones de emergencia y comida, pero hasta hoy no hemos tenido señales del gobierno», denunció a Asia News el pasado 17 de mayo Krishna Tamang, una superviviente de Singati, en el distrito nepalí de Dolhaka.
«La Iglesia y las organizaciones católicas están trabajando en los distritos más afectados, como Gorkha, Nuwakot, Dhading, Dolakha, Sindhupalchok y Okhaldhunga», explicó por su parte el P. Ignatius Rai, párroco de la Catedral de la Asunción de la Santísima Virgen en Katmandú. «Hacemos los mejor que podemos, pero nuestros recursos son limitados y sólo nuestros esfuerzos no son suficientes para ayudar a la población».
La ayuda de la Iglesia no se limita a la atención de la emergencia, sino que se proyecta a la reconstrucción necesaria, como destacó el misionero salesiano Vincent Mondal. «Tras esta primera fase de emergencia con la entrega de productos de primera necesidad, queremos ayudar a la población a reconstruir unas viviendas sencillas para que tengan refugio», explicó, al tiempo que motivó a los católicos del mundo a ser generosos con los damnificados de Nepal. «Queremos que las casas que se construyan tengan unas mínimas garantías antisísmicas y, sobre todo, queremos que todos los niños y niñas vuelvan a la escuela. La falta de recursos no debe ser un problema».
Con información de Zenit y Asia News.
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