Roma (Jueves, 21-05-2015, Gaudium Press) El Cardenal Georg Pell, quien dirige el Secretariado para la Economía del Vaticano, fue invitado al Rome Life Forum, un evento sobre la vida y la familia llevado a cabo el pasado 09 de mayo. En su intervención, el purpurado hizo un balance sobre los desafíos y amenazas para la familia actual y recordó la importante vocación de los padres como educadores y evangelizadores de sus hijos: «Ningún padre debería olvidar mostrar y enseñar a sus hijos que el camino para crecer, personal y comunitariamente, es a través de la fidelidad a als enseñanzas fundamentales de Cristo y de la Iglesia».
Cardenal George Pell. Foto: Mazur/catholicchurch.org.uk |
El Cardenal Pell, quien hizo un sobrio balance sobre la situación actual de la familia y su afectación por males como el divorcio, la anticoncepción, el aborto, el libertinaje sexual y el relativismo, destacó la vital misión de las familias en el mundo de hoy. «La Iglesia tiene altas expectativas de la familia, a la cual llama ‘Iglesia Doméstica'». El prelado recordó que el Catecismo de la Iglesia llama a los padres «los primeros heraldos de la fe» y a la familia «primera escuela de vida cristiana».
Una comunidad vibrante de fe
Los crecientes males que afectan gravemente la familia requieren que los padres trabajen con mayor compromiso para cumplir su misión, con una práctica de la fe más decidida y auténtica. Este testimonio es crucial para la Nueva Evangelización: «Si nuestras familias son centros de de vida cristiana y virtud, la gente fuera será atraída por nuestro amor, nuestro servicio regular, la habilidad para perdonar, el ejemplo de la oración».
«La práctica rutinaria de la fe de los padres no impresiona a sus hijos», alertó el Cardenal Pell. «Muchos padres cuya asistencia a Misa es rutinaria, cuya oración diaria es casi inexistente, cuya fe reposa ligeramente sobre ellos, encuentran que sus hijos han ido más allá, a veces en el agnosticismo». El purpurado advirtió que la cultura actual hace más fácil «rechazar o evadir las enseñanzas más duras de Cristo».
Para enfrentar estos retos, el Cardenal motivó a los padres a buscar aliados y comunidades de apoyo, y reconoció el surgimiento de los llamados «nuevos movimientos» de la Iglesia como una forma de apoyo a las familias. El Cardenal Pell recordó el consejo que le dio a un hombre practicante que le confió su deseo de preservar a sus hijos de las malas influencias. «Aislarse y ser el único maestro junto co su esposa no funcionaría», recordó. «Como adolescente y jóvenes adultos ellos querrían poner a prueba sus convicciones, ir a otros adultos, a sus compañeros. En otras palabras, si quería transmitir su fe, él tendría que encontrar para ellos (y para sí mismo) un comunidad vibrante de fe y servicio».
«Los mejores padres maestros son (como siempre) insuficientes y la Iglesia hoy necesita reevaluar y mejorar sus defensas sociológicas», concluyó el purpurado.
Con información de National Catholic Register.
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