Iquique (Viernes, 07-08-2009, Gaudium Press) El día miércoles 6 de agosto se celebró en la Catedral de Iquique la Santa Misa en conmemoración por el 184º aniversario de la independencia de Bolivia. La celebración eucarística fue presidida por el obispo de la diócesis, Monseñor Marco Antonio Órdenes y contó con la presencia del Cónsul de Bolivia, Raúl Ruíz, autoridades regionales y comunales, además de la colonia boliviana residente en la ciudad.
En su bienvenida el Prelado saludó fraternamente al pueblo boliviano «como vecinos y con un corazón latinoamericano» y manifestó que hay un principio inherente al hombre: el vínculo de la búsqueda siempre del bien, que debe trascender a las diferencias nacionales. «¿Cuál es este punto?, precisamente el descubrir que somos hijos de una misma tierra, que participamos de una misma cultura, que tenemos tantos elementos en común y que nos dependemos y necesitamos mutuamente», expresó.
En su homilía, el Pastor de Iquique instó a los fieles a rezar fraternamente por Bolivia, por su desarrollo y crecimiento, para que éste tenga por fin la búsqueda de la justicia, de la equidad y de la paz social. Asimismo, oró para «que el pueblo boliviano esté profundamente confiado en Dios y en la Virgen y que guarde en el alma sus tradiciones de la tierra y en distintos aspectos culturales diversos que posee, no se olvide de que el anuncio del Evangelio es causa también de bienestar para el pueblo».
«Nosotros, los que estamos aquí, los que vivimos en esta tierra vecina y hermana, pidamos por esta nación que necesita de nuestra plegaria, de nuestra oración, de nuestra voluntad, para que también podamos tener un diálogo, profundo respeto, y establezcamos esas conexiones permanente, que ya se establecieron en antiguo y que nos corresponde hoy día a nosotros desarrollarlas, no solo por cuestiones de economía sino esencialmente también por cuestiones de humanidad», finalizó.
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