Tlaxcala (Jueves, 28-05-2015, Gaudium Press) Este año la diócesis de Tlaxcala en México se encuentra de celebración. Esto gracias al V Centenario del Nacimiento de los Niños Mártires Tlaxcaltecas, Cristóbal, Antonio y Juan, los primeros laicos católicos americanos martirizados en territorio mexicano por causa de la fe.
Como parte de esta celebración, el próximo miércoles 3 de junio, tendrá lugar en la diócesis mexicana la solemnidad del Corpus Christi, la cual estará dedicada a los Niños Mártires, así como al Año de la Vida Consagrada -convocado por el Papa Francisco- y al próximo Sínodo de la Familia.
Foto: CEM. |
«En esta gran Fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo, haremos un compromiso diocesano y una proyección a la sociedad: ‘impulsaremos las Capillas de Adoración Perpetua ya existentes en algunas parroquias y promoveremos otras’, y ‘Fortalecidos con la Eucaristía, compartiremos nuestro pan con los más pobres'», es la intensión de la diócesis mexicana con la solemnidad, según ha destacado la jurisdicción eclesial en una nota de prensa.
«Dispongámonos a participar en este homenaje público de fe y amor a Jesús Sacramentado, expresando que la Diócesis de Tlaxcala es un pueblo eminentemente Eucarístico. Esta experiencia nos dispondrá para vivir, al día siguiente, el Corpus Christi en cada parroquia», prosigue la jurisdicción al invitar a los fieles a sumarse a la conmemoración.
La fiesta en torno al Cuerpo y la Sangre de Cristo, que llevará por tema «Yo soy el Pan de Vida», comenzará a las 3:00 de la tarde en el atrio de la Catedral, seguirá a las 3:30 con un momento de animación, alabanza y Adoración del Santísimo Sacramento. Tras ello, a las 4:45, comenzará la procesión con el Santísimo, que culminará en el Centro de Convenciones. Posteriormente, a las 6:30 de la tarde, habrá un momento de Adoración, y a las 7:00, tendrá lugar la solemne concelebración Eucarística.
Los tres Niños Mártires: Primicias de la Evangelización del Nuevo Mundo
Cristóbal, Antonio y Juan, los tres Niños Mártires de Tlaxcaltecas también son conocidos como las Primicias de la Evangelización del Nuevo Mundo y los Protomártires de la Nueva España. Su historia de martirio está estrechamente ligada a los primeros tiempos de la Evangelización de América, siendo de los primeros niños indígenas evangelizados por los frailes franciscanos y dominicos tras la conquista y los primeros laicos católicos martirizados por causa de su fe en territorio mexicano.
Cristóbal fue el primero en recibir el martirio. Él era el hijo mayor del cacique Acxotécatl y de su primera esposa Tlapaxilotzin. Junto con sus medios hermanos fue enviado donde los misioneros franciscanos donde se a cercó a la doctrina cristiana y se convirtió recibiendo el bautismo. Con el tiempo el joven comenzó a predicar a su padre, quien practicaba el culto a los antiguos ídolos y se embriagaba con frecuencia, pero pese a sus intentos no logró llevarlo a la fe católica. Tomando una medida extrema, Cristóbal decide romper los ídolos de su padre, lo que enfureció mucho a sus servidores y a su segunda esposa, quienes influenciaron para que al niño se le diera muerte.
En efecto así ocurrió. Su padre enfurecido decide golpearlo a muerte, mientras esto ocurría Cristóbal decía: «Dios mío, tened misericordia de mí, y si tú quieres que yo muera, moriré; y si tú quieres que viva, libradme de mi cruel padre». Pese a los golpes el niño no muere, pero su padre lo envía a la hoguera. Allí, mientras ardía de dolor, el pequeño le dice: «No pienses que estoy enojado, porque yo estoy muy alegre, y sábete que me has hecho más honra de lo que vale tu señorío». Su muerte ocurrió en 1527.
Un par de años después, en 1529, sucedió el martirio de Antonio y Juan. El primero era nieto de Xicoténcatl, señor de Teziutlán, por lo tanto futuro heredero del señorío; Juan era su criado. Los dos niños fueron enviados con Fray Bernardino Minaya para colaborar con la evangelización encomendándoles una misión especial: les solicitó buscaran por todas las casas de los indígenas de Tepeyacac los ídolos. Así hacen, pero los niños se alejan y llegan al pueblo de Cuahutinchan donde los indios, con leños en mano, dan muerte a los menores.
No se conoce con certeza la fecha del nacimiento de los tres mártires, pero se calcula que Cristóbal nació en 1514 y Antonio y Juan, en 1516. Por esta razón el Obispo de Tlaxcala, Mons. Francisco Moreno Barrón, decretó el 2015 como el año del V Centenario de Nacimiento de los Niños Mártires. Los infantes, fueron beatificados por San Juan Pablo II el 6 de mayo de 1990 durante una celebración en la Basílica de Guadalupe.
Con información de CEM, Diócesis de Tlaxcala y Catholic.net.
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