Ciudad del Vaticano (Viernes, 29-05-2015, Gaudium Press) Los Obispos de la Conferencia Episcopal de República Dominicana están en Roma para su visita Ad limina Apostolorum.
En la mañana de este jueves los Obispos dominicanos fueron recibidos por el Santo Padre. En la ocasión, el Pontífice les dirigió la palabra y abordó temas que dicen respecto a la vida social y eclesial de su país.
El Papa invitó a los Obispos a dedicarse más tiempo a los sacerdotes, defendiéndolos de los lobos que también atacan a los pastores.
«Que su compromiso en favor de los más débiles y necesitados les ayude a superar la mundana tendencia a la mediocridad», fueron palabras de Francisco que, además de ese asunto, habló sobre el matrimonio y la familia, que «atraviesan una seria crisis cultural», sin dejar de continuar importantes y ser sentida aún más su necesidad.
«En este próximo Jubileo de la Misericordia -dijo el Santo Padre- no desfallezcan en el trabajo de la reconciliación matrimonial y familiar, como también en el de la convivencia pacífica. Sigamos presentando la belleza del matrimonio cristiano, dijo.
Francisco pidió una atención especial a los inmigrantes, sobre todo a los provenientes del vecino Haití, que buscan mejores condiciones de vida en el territorio dominicano: «La pastoral caritativa no admite la indiferencia de los pastores de la Iglesia», advirtió. Agregó además que es necesario seguir colaborando para alcanzar soluciones solidarias: «No hay disculpas para no promover iniciativas de fraternidad y paz entre ambas naciones, que forman esta bella Isla del Caribe.»
El Pontífice manifestó también su preocupación delante de problemas como el tráfico de drogas y de personas, la corrupción, la violencia doméstica, el abuso y la explotación de menores o la inseguridad social.
Para terminar, el Papa Francisco invitó a los prelados dominicanos, así como a todo el pueblo, a renovar su compromiso con la preservación y el cuidado con el medio ambiente diciendo: «La relación del hombre con la naturaleza no debe ser gobernada por la ganancia, por la manipulación, ni por la explotación desmedida, sino debe preservar la armonía divina entre las criaturas y la creación, para colocarlas al servicio de todos y de las futuras generaciones.» (JSG)
De la Redacción Gaudium Press, con informaciones de Radio Vaticana.
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