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Ciudad del Vaticano (Miércoles, 03-06-2015, Gaudium Press) En la Audiencia General de hoy miércoles, el Papa Francisco continuó su reflexión sobre la familia, y se refirió a los efectos de la pobreza en el buen desarrollo familiar. Esto en la víspera de la solemnidad de Corpus Christi.
Después de resaltar ante los fieles el triste espectáculo de la pobreza existente en el mundo, dijo que además están las guerras. La guerra es siempre una cuestión terrible, que golpea especialmente a las poblaciones civiles, a las familias. «De verdad la guerra es ‘la madre de todas las pobrezas’, una grande predadora de vidas, de almas y de los afectos más sagrados y más queridos», expresó el Pontífice.
Entretanto, «existen tantas familias pobres que con dignidad buscan conducir su vida cotidiana, a menudo confiando abiertamente en la bendición de Dios. Esta lección, no debe justificar nuestra indiferencia, pero quizá aumentar nuestra vergüenza por el hecho que existe tanta pobreza». Estas familias son «una verdadera escuela de humanidad que salva a las sociedades de las barbaries». El Papa convocó a quienes rigen los destinos de las naciones a luchar contra la pobreza que afecta a la familia, creando una nueva ética civil. Pobreza no es solo carencia de alimento, sino también trabajo, educación, sanidad.
El Pontífice convocó a los cristianos «a ser siempre más cercanos a las familias a las cuales la pobreza los pone a la prueba». Son familias que sufren fuerte precaridad de elementos materiales, a lo que «se añade el daño causado a la familia de pseudo – modelos, difundidos por los medios de comunicación basados en el consumismo». «La Iglesia es madre, y no debe olvidar este drama de sus hijos».
«De esta cercanía familiar, desde el inicio, está hecha la Iglesia. Y no olvidemos que el juicio de los necesitados, de los pequeños y de los pobres anticipa el juicio de Dios ( Mt 25, 31-46). No olvidemos esto y hagamos todo aquello que nosotros podamos para ayudar a las familias y a ir hacia adelante en la prueba de la pobreza y de la miseria que golpean a los afectos, los vínculos familiares», expresó el Papa.
Con información de Radio Vaticano
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