Corrientes (Viernes, 05-06-2015, Gaudium Press) Mons. Domingo Salvador Castagna, Arzobispo emérito de Corrientes – Argentin, recordó que «la Eucaristía recupera, en la perspectiva del mundo actual, la centralidad de Dios, y su sentido referencial, para toda persona. Cuando Dios es desalojado del centro que le corresponde se produce el desequilibrio y la impotencia. De allí la incapacidad de retomar el rumbo, que conviene al ser creado por Dios». Esto lo hizo en su sugerencia de homilía para la solemnidad del Corpus Christi.
«Cuando Dios se constituye en una apática opción religiosa y no en la principal referencia para la vida, la trayectoria personal y social da tumbos de variada intensidad y gravedad destructiva», advirtió.
En esa línea, cuando esto sucede «la vida corriente muestra síntomas alarmantes de desorientación. El comportamiento moral de muchos se trastorna, no ya como consecuencia de una edad biológica sino como lamentable desenlace de actitudes irresponsables», expresó el Arzobispo.
«¿Falso discernimiento entre lo bueno y lo malo? ¿Debilidad endémica frente el mal y la corrupción?», interpeló y respondió: «Las causas coyunturales son múltiples pero el origen debe situarse en la escasa o casi nula referencia a Dios. Cristo vino a recordar a un mundo incrédulo, o confundido, la centralidad del Dios verdadero y la urgencia de practicar una ‘religiosidad pura y sin mancha delante de Dios, nuestro Padre’ «
Con información de Aica
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