Ciudad del Vaticano (Martes, 09-06-2015, Gaudium Press) En su reciente viaje a Sarajevo el Papa Francisco ofreció diversos ‘tips’ para enfrentar con éxito los desafíos que presenta el mundo digital, que no son pocos.
Por ejemplo, el pasado 6 de junio, y dirigiéndose a un público mayoritariamente de jóvenes, el Pontífice respondió a las preguntas espontáneas de algunos muchachos. Uno de ellos indagó sobre una información reciente difundida ampliamente que daba cuenta que el Papa hace tiempo que no ve televisión. El joven indagaba por la razón. El Pontífice declaró que a mediados de los noventa paró de contemplar la tv «puesto que una noche yo sentí que no me estaba haciendo bien, me estaba alienando». Entretanto de tanto en tanto, vio alguna película. «Obviamente yo soy de la Edad de Piedra, soy un anciano», expresó.
Después de notar la importancia gigantesca de la imagen hoy, en la «era de la imagen», el Pontífice dijo que en líneas generales la regla fundamental sigue siendo la misma que regía «en la edad de los libros: escoger las cosas que son buenas para mí».
Hay una gran responsabilidad de quienes producen contenido visual, como estaciones de televisión, de ofrecer a las personas programas que fortalezcan los valores, que preparen a la gente para la vida «que construyan sociedad, que nos lleven hacia adelante, y no que nos arrastren hacia abajo». Por su parte los televidentes tienen la responsabilidad de escoger aquellas cosas que sean buenas, y de cambiar el canal cuando haya «suciedad», cosas que «me hacen vulgar».
Tambíén se refirió el Pontífice a la cantidad de tiempo que pasamos delante de una pantalla. De regreso en el avión que lo conducía a Roma desde Sarajevo, habló del uso excesivo del computador en detrimento de la vida real:
Si «usted vive pegado a la computadora y se convierte en un esclavo de la computadora, usted pierde su libertad. Y si miras programas obscenos en el equipo, pierdes tu dignidad», dijo. Cuando las pantallas «te llevan lejos de la vida cotidiana, de la vida familiar, de la vida social, así como de los deportes, de las artes y nos quedamos pegados a la computadora, se trata de una enfermedad psicológica», dijo.
Resaltó el Pontífice que hay algunos padres que no permiten a sus hijos tener un computador en su propio cuarto, sino que estos están en un espacio común. «Estos son unos pequeños tips que los padres encuentran» para hacer frente al contenido indeseado, dijo.
Con información de CNS
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