Abren en Roma Causa de Beatificación para los fundadores de las Hermanas Oblatas del Niño Jesús

Roma (Miércoles, 10-06-2015, Gaudium Press) Ha iniciado en Roma una nueva causa de beatificación y canonización. Se trata de los fundadores de la Congregación de las Hermanas Oblatas del Niño Jesús: El padre Cosimo Berlinsani y la Madre Anna Moroni, cuyo proceso camino en honor de los altares fue abierto oficialmente en su fase diocesana el pasado 5 de junio. La apertura ocurrió tras una celebración Eucarística que tuvo lugar en la Basílica de San Juan de Letrán que fue presidida por Mons. Lorenzo Chiarinelli, Obispo Emérito de Viterbo y miembro de la Congregación de las Causas de los Santos.

Padre Cosimo Berlinsani y Madre Anna Moroni, fundadores de las Hermanas Oblatas del Niño Jesús / Foto: suorebambinogesu.it.

Entre las grandes virtudes de los Siervos de Dios está el gran amor con el que acogieron a las jovencitas vulnerables de su tiempo, en la segunda mitad del siglo XVII cuando nace la Congregación. Como lo comenta el Padre Davide Carbonaro, OMD, Postulador de la Causa del Padre Berlinsani: «Los Siervos de Dios han encarnado la espiritualidad y humanismo del siglo XVII y han manifestado los signos de aquella santidad que la Iglesia ha reconocido en muchos de sus hijos de aquella época fecunda en santidad (…) En su tiempo, los Siervos de Dios, Cosimo y Anna, edificaron una Casa para aquella humanidad que sufre y necesita del amor humano y divino. Hoy, continúa siendo ‘Una casa para la humanidad contemporánea'».

Por su parte Mons. Slawomir Oder, vicario judicial del Tribunal Diocesano y delegado del Cardenal Agostino Vallini, Vicario de la Diócesis de Roma, y quien presidió la sesión de apertura del proceso diocesano, comentó: «Tengo la alegría de dar inicio a las causas de beatificación y canonización del Padre Cosimo Berlinsani y de la Madre Anna Moroni, fundadores de la Congregación de las Hermanas Oblatas del Niño Jesús (…) En 1662 el Padre Cosimo y Anna intentaron una gran empresa: abrir una escuela de religión para las jovencitas de la parroquia y de otras zonas de Roma. Se dieron cuenta que entre los muchos problemas que afectaban a la juventud femenina romana de su tiempo, aquel más grave, era la ignorancia en la que se movían las niñas».

«Las vidas de los dos religiosos se complementaban armónicamente en la espiritualidad, nutriéndose entre sí en la de por realizar, en tal unidad y en la justicia cristiana, el proyecto de amor confiado a ellos por Dios», agregó Mons. Oder durante su intervención en el Palacio de la Vicaría romana, donde tuvo lugar la apertura del proceso diocesano.

Momento de la apertura oficial del proceso diocesano / Foto: suorebambinogesu.it.

Al concluir, el vicario judicial del Tribunal también recordó los pasos que se seguirán tras el inicio del proceso diocesano de los Siervos de Dios: «A través de los actos previstos por la ley canónica nosotros hoy iniciamos este primer paso con el cual la Iglesia de Roma, con sabiduría y prudencia, recogerá todos los testimonios necesarios que hacen vivos y llenos de esperanza para nuestro tiempo los rasgos evangélicos de nuestros Siervos de Dios».

La Congregación nace en 1650 con una obra de re-educación de las mujeres jóvenes víctimas de la prostitución, y de mujeres gestantes vulnerables. Continúa luego con una escuela para enseñar el catecismo a los niños. En 1971 la Madre Moroni inicia experiencia de convivencia con doce de las jóvenes que albergaba, dando así los primeros pasos para el establecimiento de la Congregación, que inicia el 2 de julio de 1672, dedicándose a la catequesis y la Adoración Eucarística. En 1717 la comunidad adopta la regla de San Agustín y toma por título Oblatas Agustinas del Santo Niño Jesús. La Congregación está constituida como instituto religioso de derecho pontificio.

Con información de RomaSette.it y suorebambinogesu.it.