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Ciudad del Vaticano (Viernes, 12-06-2015, Gaudium Press) Durante la misa celebrada ayer por la mañana en la Capilla de la Casa Santa Marta, el Papa afirmó en su homilía que un discípulo es llamado a caminar para servir y a anunciar el Evangelio gratuitamente, venciendo el engaño de «que la salvación viene de las riquezas».
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| Foto: L’Osservatore Romano |
El Papa fijó sus comentarios en el trecho del Evangelio en que Jesús envía los discípulos a anunciar la Buena Nueva. Él dijo que Jesús no les apunta un camino ‘paseo’, sino que los envía con un mensaje: anunciar el Evangelio, salir para llevar la Salvación, el Evangelio de la Salvación.
Sus palabras siguieron el eje de la trilogía: «camino, servicio y gratuidad».
Camino
Dijo el Papa que llevar la Buena Nueva a través de un recorrido interior «es el deber que Jesús da a sus discípulos. Si un discípulo está parado y no sale, no da lo que recibió en el Bautismo a los otros, no es un verdadero discípulo de Jesús: le falta la misión, ya que no sale de sí mismo para llevar el bien a los otros».
«El recorrido del discípulo de Jesús, continuó el Pontífice, es ir más allá para llevar esta Buena Noticia, pero hay otro también: el recorrido interior, el recorrido dentro de sí, el recorrido del discípulo que busca al Señor todos los días en la oración, en la meditación. El discípulo debe hacer este recorrido porque si no busca siempre a Dios, el Evangelio que llevará a los otros será un Evangelio frágil, aguado, sin fuerza».
Servicio
Está también la segunda palabra: ‘Servir’. Un discípulo que no sirve a los otros -dijo el Papa- no es cristiano. Él debe hacer lo que Jesús predicó en los dos pilares del cristianismo: las Bienaventuranzas y el ‘protocolo’ con el cual seremos juzgados. Estos dos pilares – advirtió – son la base propia del servicio evangélico»:
«Si un discípulo no camina para servir no sirve para caminar. Si su vida no es para el servicio, no sirve para vivir como cristiano. Y allí está la tentación del egoísmo: ‘Sí, yo soy cristiano, yo estoy en paz, yo me confieso, voy a la misa, cumplo los mandamientos’. Pero el servicio a los otros: el servicio a Jesús en los enfermos, en los encarcelados, en los hambrientos, en los despidos. ¡Es lo que Jesús nos dijo que debemos hacer, porque Él está allí! El servicio a Cristo en los otros».
Gratuidad
La tercera palabra es «gratuidad». «Gratuitamente ustedes recibieron, gratuitamente deben dar», es la advertencia de Jesús.
«El camino del servicio es gratuito porque nosotros recibimos la salvación gratuitamente, pura gracia: ninguno de nosotros compró la salvación, ninguno de nosotros la mereció. Es pura gracia del Padre en Jesucristo, en el sacrificio de Jesucristo»:
«Es triste cuando se encuentran cristianos que se olvidan de estas Palabras de Jesús: ‘Gratuitamente ustedes recibieron, gratuitamente deben dar’. Es triste cuando encontramos comunidades cristianas, sean parroquias, congregaciones religiosas, diócesis, cualquiera que sean las comunidades cristianas, que se olvidan de la gratuidad, porque por atrás de eso y bajo eso está el engaño (de presumir) que la salvación viene de la riqueza, del poder humano».
Tres palabras, dijo el Papa, «como un camino para anunciar. Servicio: la vida del cristiano no es para sí mismo, es para los otros, como fue la vida de Jesús». Y tercero: «gratuidad».
«Nuestra esperanza está en Jesucristo, que nos envía una esperanza que nunca desilusiona». Pero, advirtió, «cuando la esperanza está en la propia comodidad del camino o la esperanza está en el egoísmo de buscar las cosas por sí mismo y no servir a los otros, o cuando la esperanza está en las riquezas o en las pequeñas seguridades mundanas, todo eso desmorona. El propio Señor lo hace desmoronar». (JSG)
De la Redacción de Gaudium Press, con informaciones de la Radio Vaticana
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