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Ciudad del Vaticano (Viernes, 12-06-2015, Gaudium Press) Los Obispos de Letonia y Estonia se encuentran en Roma en visita ad Limina y fueron recibidos por el Papa Francisco, en el Vaticano, este jueves, 11 de junio.
El Papa les dirigió inicialmente las siguientes palabras: «El Señor los escogió para trabajar en una sociedad que, después de haber sido por largo tiempo oprimida por regímenes fundados en las ideologías contrarias a la dignidad y libertad humana, hoy es llamada a enfrentar otras insidias peligrosas, como el secularismo y el relativismo».
El Pontífice prosiguió afirmando: «En esa evangelización renovada ustedes no están solos. Pueden contar con sus sacerdotes. Junto con ellos ustedes sienten la urgencia de una pastoral vocacional activa que, apoyada en las oraciones a Dios, concientice a las familias, las parroquias y toda la comunidad cristiana a fin de que los jóvenes se coloquen a disposición del llamado de Dios», dijo también Francisco.
Formación del Clero
Al tocar el tema de la Formación sacerdotal, el Papa dio aliento. Recomendó que ellos cuidasen bien de la formación sacerdotal, tanto en la preparación teológica y eclesial cuanto en la madurez humana, arraigada en una espiritualidad sólida.
«Para el crecimiento y el camino de sus comunidades es preciosa la presencia de hombres y mujeres de vida consagrada. Especialmente en este Año a ellos dedicado es oportuno hacerlos entender que no son apreciados solamente por los servicios que prestan, sino por la riqueza intrínseca de sus carismas y su testimonio, pues difunden en medio del pueblo el perfume de Cristo, basado en la vida de los consejos evangélicos. Los consagrados precisan ser apoyados espiritual y materialmente por medio de celebraciones comunes y momentos de encuentro y espiritualidad intensa para favorecer la familiaridad y el conocimiento recíproco, reforzar el sentido de pertenencia a la Iglesia particular y la disponibilidad en colaborar para su edificación», explicó el Pontífice.
Papel de los laicos
Según Francisco, «la implicación de los fieles laicos es indispensable en la misión evangelizadora». «Ustedes pueden contar con el compromiso de muchos católicos en varias actividades eclesiales. Los laicos llevan adelante aquellas responsabilidades que, según la enseñanza del Concilio Vaticano II, ellos son llamados a asumir en el campo cultural, social, político, pero también caritativo y catequético», subrayó Francisco.
El Santo Padre recordó a los obispos que a ellos fue «confiada la tarea de vigilar e incentivar para que en el ámbito diocesano y parroquial, como también en las asociaciones y en los movimientos eclesiales, los laicos puedan formar sus conciencias y profundizar su sentido de Iglesia, en particular en el conocimiento de su Doctrina Social. Los fieles laicos son el puente vivo entre lo que nosotros pastores predicamos y los varios ambientes sociales. Que ellos sientan siempre cerca el corazón de la Iglesia».
Familia católica
El Pontífice pidió a los obispos que ellos «compartan el deseo de promover la familia como don de Dios para la realización del hombre y de la mujer creados a su imagen y como célula fundamental de la sociedad, lugar donde se aprende a convivir en la diferencia y donde los padres transmiten la fe a los hijos».
«Constatamos que hoy el matrimonio es muchas veces considerado una forma de gratificación afectiva que puede constituirse de cualquier forma y modificarse según la sensibilidad de cada uno. Infelizmente, esa concepción reductiva influye también en la mentalidad de los cristianos, provocando la facilidad en recurrir al divorcio y separación. Nosotros pastores somos llamados a interrogarnos sobre la preparación al matrimonio de los novios y también cómo ayudar a los que viven esas situaciones para que los hijos no se tornen las primeras víctimas y los cónyuges no se sientan excluidos de la misericordia de Dios y de la solicitud de la Iglesia, sino que sean ayudados en el camino de fe y educación cristiana de los hijos».
El Papa además dijo que la crisis económica y social –que afectó también esos dos países– favoreció la migración y muchas veces en sus comunidades eclesiales se encuentran familias que precisan de una atención pastoral especial:
«La ausencia del padre o de la madre en muchas familias provoca una fatiga mayor del otro cónyuge en la educación de los hijos. Para esas familias es realmente preciosa su atención, la caridad pastoral de sus sacerdotes y la proximidad de la comunidad», dijo el Papa.
Francisco dijo a los obispos de Letonia y Estonia que ellos pueden contar, en su ministerio, con su afecto y apoyo, y con la protección de María. (JSG)
De la Redacción de Gaudium Press, con informaciones de la Radio Vaticana
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