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Caracas (Lunes, 10-08-2009, Gaudium Press) El Cardenal Arzobispo de Caracas, Mons. Jorge Urosa Savino, ha afirmado que «una cosa es que el Estado no promueva una práctica o religión especifica y una cosa es que sea enseñada. Se da un paso de una afirmación positiva a suprimir la religión de las escuelas sin favorecer a una específica.» Las declaraciones, realizadas el sábado pasado, hacen referencia al proyecto de Ley de Educación en curso en Venezuela.
La Ley Orgánica de Educación vigente afirma que los padres y representantes tienen derecho a que los niños reciban dos horas de educación religiosa por semana.
En el proyecto mencionado «se omite la posibilidad de que se den dos horas de religión por semana a los niños cuyos padres lo soliciten. Al eliminar eso y con la premisa anterior se está suprimiendo la religión». «Las familias cristianas y educadores católicos, deben exigir firmemente que se incluya sin duda alguna, la posibilidad de que los niños reciban en las escuelas la religión que profesen sus padres», indicó el Cardenal.
Asimismo, Mons. Urosa señaló que el proyecto «es una disposición redactada en términos muy ambiguos, en la cual se consagra la figura de un Estado que monopoliza la educación y en el articulado de la misma no se define la legitimidad ni los derechos que tienen sociedades intermedias como la Iglesia y organizaciones de ciudadanos, para dirigir centros de educación privada».
Aseveró también que en el caso de los colegios católicos el proyecto es discriminatorio contra aquellos que quieran tener aulas de religión. «Es incomodo, impráctico, es una especie de discriminación contra los muchachos. Los que quieran recibir clases tendrían que quedarse una o dos horas más. Eso es matar la religión», recoge el diario El Universal de las palabras del Cardenal.
El Purpurado resaltó que el proyecto «hace la afirmación de que el Estado es laico y la educación debe ser laica, lo cual es un concepto que si bien tiene una acepción muy favorable como el hecho de que no propicia una religión específica, es un concepto trasnochado de oposición a lo religioso que viene de la Revolución Francesa».
Las críticas al proyecto de Ley Orgánica de Educación fueron acompañadas por otras dirigidas a la reciente aprobación de leyes «no suficientemente consultadas», a las que ya hacía referencia el último pronunciamiento de la Presidencia Episcopal Venezolana.
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