El Papa habló de la Misión, la Vocación a la paternidad, y la Comunión que debe existir entre Padre y Madre

Ciudad del Vaticano (Martes, 16-05-2015, Gaudium Press) Varios asuntos relacionados con la familia abordó el Papa Francisco, en su reflexión al abrir, en la tarde del pasado domingo, y junto a 20.000 fieles asistentes a la Plaza de San Pedro, el Congreso Eclesial de la Diócesis de Roma, aquella que podríamos llamar la diócesis primada del mundo.

Hablando sobre la altísima tarea de ser padres, el Papa, hizo girar su catequesis en torno a tres ejes: Vocación, Comunión y Misión.

Foto: Gustavo Kralj / Gaudium Press

«El Señor los ha elegido para que se amen y transmitan la vida. Estas dos cosas: la vocación de los padres. Ésta es una llamada bellísima porque nos hace crecer, de manera del todo especial, a imagen y semejanza de Dios. Ser papá y mamá significa de verdad realizarse plenamente, porque es volverse similares a Dios», dijo el Papa sobre la vocación a la paternidad. El Pontífice resaltó que el amor entre esposos termina siendo una cooperación con Dios.

Los hijos ven y aprenden del amor de los padres. «Para un hijo no hay enseñanza y testimonio más grande que ver a sus padres que se aman con ternura, se respetan, son gentiles entre ellos, se perdonan mutuamente: es lo que llena de alegría y felicidad verdadera el corazón de los hijos. Los hijos, antes de habitar una casa hecha de ladrillos, habitan en otra casa, todavía más esencial: habitan el amor recíproco de los padres».

Al tratar del ítem «Comunión», el Papa destacó que ella se basa en la complementariedad entre el hombre y la mujer: «Ser padres» -recordó el Papa Francisco – «se funda en la diversidad bíblica de ser varón y mujer»: «Ésta es la primera y más fundamental diferencia constitutiva del ser humano. Es una riqueza. Las diferencias son riquezas».

La diferencia que mueve a la relación entre padre y madre, es también escuela para los hijos: «Los hijos maduran viendo a papá y mamá así; maduran la propia identidad en comparación con el amor que tienen papá y mamá, en comparación con esta diferencia».

Finalmente el Papa habló de la misión de la paternidad: «El don del matrimonio es misión», dijo. «Sean colaboradores del Espíritu Santo que susurra las palabras de Jesús, séanlo también para sus hijos»:

«Ellos aprenderán de sus labios y de su vida que seguir al Señor dona entusiasmo, ganas de darse por los otros, dona esperanza siempre, de frente a las dificultades y a los dolores, porque no se está jamás solos, sino siempre con el Señor y con los hermanos».

Con información de Radio Vaticano