Papa envía mensaje por el bicentenario de independencia de Ecuador

Quito (Martes, 11-08-2009, Gaudium Press) Fue realizada ayer en Quito capital de Ecuador, una misa por el bicentenario de la independencia del país, celebrado el domingo pasado. Los presentes en la ceremonia, de entre los cuales autoridades del gobierno, miembros de la Iglesia y militares, oyeron al final de los ritos presididos por el arzobispo de Quito, Mons. Raúl Vela, el mensaje enviado especialmente por el Papa Benedicto XVI para la ocasión por medio de su secretario de Estado, cardenal Tarcisio Bertone.

Mons. Raúl Vela habló durante la homilía «celebrar la Palabra y la Eucaristía constituye una acción de gracias por excelencia, en este día tan especial para aquellos que forman nuestra amada patria de Ecuador». Él comentó también la última encíclica de Benedicto XVI, «Caritas in veritate», para quien «estimula el bienestar de las naciones a través del desarrollo y el trabajo, con honradez y responsabilidad, en un ambiente donde impere la justicia y el derecho, pilares de la auténtica paz que todos buscamos, mientras peregrinamos en esta vida terrenal».

Al final de la ceremonia, el arzobispo leyó un telegrama enviado por el cardenal Bertone en nombre de Benedicto XVI para todos los ecuatorianos. El texto cita la independencia de la nación y trae una bendición especial del Pontífice.

«Por ocasión del Bicentenario del Primer Grito de Independencia, Su Santidad Benedicto XVI desea hacer llegar al pueblo de Ecuador su cordial saludo y proximidad espiritual, asegurando un particular recuerdo en sus oraciones, en las cuales pide al Señor que derrame abundantemente los dones de su gracia sobre los amados hijos de esta noble tierra para que, fieles a sus grandes valores humanos y cristianos, contribuyan a construir una sociedad cada vez más fraterna, justa y solidaria».

El Santo Padre pide también que, delante de la gran tarea que deben enfrentar, «sean sustentados por la fe en el Auxilio Divino, pues el hombre no es capaz de administrar su futuro sin contar con esa dimensión que tiene en Dios su inicio y su fin».

El mensaje termina con la bendición apostólica especial y la invocación de la protección de Nuestra Señora de la Presentación de Quinche, patrona de los ecuatorianos, a quienes el Papa dice llevar «siempre en el corazón».